La deuda a los proveedores farmacéuticos que el Gobierno que preside Luisa Fernanda Rudi ha heredado del de su antecesor, Marcelino Iglesias, supera los 200 millones de euros, según han informado fuentes del Ejecutivo aragonés. El gasto farmacéutico impagado procede de facturas que no tenían dotación presupuestaria y que el Gobierno de Iglesias reconoció que no contempló esta partida en sus cuentas, según las fuentes. Esta deuda se podría acumular a otras cuando se completen las auditorías encargadas por el Gobierno de Rudi para conocer la situación financiera en la que quedaron las cuentas de esta región tras el traspaso de poderes. No se conoce todavía el montante total de facturas pendientes de pago que hay en Aragón a la espera de que concluyan los exámenes contables que hay en marcha. Varios Gobiernos autonómicos del PP han denunciado déficit ocultos al asumir el poder de manos del PSOE. La presidenta de Castilla-La Mancha, María Dolores de Cospedal, fue la primera que lo hizo, al revelar un déficit más elevado del esperado y facturas sin pagar que cifra en más de 2.600 millones de euros. El presidente cántabro, Ignacio Diego, también ha asegurado haber descubierto un agujero de 440 millones de euros. Esta cuestión formará parte del debate que haya mañana en la reunión del Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF). En esta cita, se discutirán los planes de ajuste de seis comunidades que quedan por aprobar, la regla de gasto que quiere implantar el Ejecutivo para los presupuestos autonómicos y la distribución de 8.000 millones adicionales de la financiación autonómica de 2012, que deberán ir preferentemente a la sanidad.