El Aviapark de La Muela, el único parque zoológico autorizado en Aragón, seguirá abierto al público, aunque deberá subsistir con los recursos que genere mediante la venta de entradas.

El complejo superó ayer la inspección del Departamento de Medio Ambiente del Gobierno de Aragón, cuyos técnicos no detectaron irregularidades en el funcionamiento del parque ni en el estado de salud que presentaban los casi 400 animales que viven en él. El martes ocurrió lo mismo con la supervisión que realizó una patrulla del Seprona (Servicio de Protección de la Naturaleza) de la Guardia Civil.

Responsables del Ayuntamiento de La Muela comunicaron ayer a los gestores del Aviapark su decisión de mantenerlo abierto, aunque con algunas novedades en su funcionamiento. La principal será que deberá autogestionarse económicamente; es decir, que los recursos para financiar el mantenimiento --compra de comida y medicamentos, básicamente-- deberán salir de la venta de entradas.

Sin embargo, el personal del aviario y su director --el veterinario Alberto Cortés-- no podrán hacer de su capa un sayo. Los gastos deberán ser previamente autorizados por el ayuntamiento, al que también deberán remitir las facturas que genere esa actividad. El consistorio designará a un enlace entre el parque zoológico y el consistorio.

Este nuevo modelo de funcionamiento para el Aviapark fue comunicado ayer verbalmente por dos de los concejales del equipo de gobierno municipal a Cortés, aunque no consta en ningún documento por escrito.

La continuidad del aviario, que cada año atrae a miles de visitantes y recibe a decenas de colegios, ha estado en entredicho unas semanas, con los animales al borde de la inanición por falta de recursos para alimentarlos. De hecho, han subsistido gracias a las aportaciones de los empleados --llevan meses sin cobrar-- y a la ayuda de la base militar, la guardería de La Muela y una oenegé.