Las reformas realizadas en el colegio Cándido Domingo, situado en el barrio del Arrabal, le permitirán ahorrar hasta un 40% del gasto eléctrico y evitarán la emisión anual de 124 toneladas de CO2. Las placas fotovoltaicas, colocadas en el edificio de Infantil, con una potencia total de 18 kilowatios son las que a partir de ahora permitirán que el colegio aproveche la energía de los rayos del sol.

Estas mejoras se enmarcan en los esfuerzos de rehabilitación sostenible que promueve el Ayuntamiento de Zaragoza y que cuentan con la cofinanciación del proyecto de la Unión Europea Renaissance, cuyo objetivo es el ahorro energético. Además de esta actuación en el barrio del Arrabal, en Valdespartera también se llevaron a cabo acciones pertenecientes a este programa, que engloba también a la región de la Lombardía (Italia) y la ciudad de Lyon (Francia).

En el centro educativo, estas actuaciones comenzaron en 2005. El calendario escolar ha impedido que las obras de rehabilitación hayan podido realizarse con mayor rapidez. Además de los paneles solares, otras acciones pertenecientes a este programa se se concretaron en una mejora del aislamiento térmico, con la intervención en el muro exterior, la sustitución de ventanas y la colocación de un falso techo en el porche.

También se desarrolló un programa de educación ambiental dirigido a profesores y familias, y que tenía como lema Stop al CO2. El presupuesto del proyecto Renaissance para el aislamiento térmico asciende a un total de 284.000 euros. En cuanto al uso de energías renovables se destinó una partida de alrededor de 273.000 euros.