Un rumano de 25 años murió ayer acuchillado en la casa de la calle Mesnaderos de Huesca que okupaba con otros cuatro compatriotas de edades comprendidas entre los 28 y los 43 a los que la Policía halló en un estado de notable embriaguez. Los cuatro fueron detenidos por su relación con el crimen, a cuyo autor material tratan de identificar los investigadores.

Sobre las dos y media de la mañana, la sala del 091 de la Comisaría del Cuerpo Nacional de Policía de Huesca recibía una llamada en la que un varón les alertaba, en un castellano bastante deficiente, de que había encontrado a una persona inconsciente en la casa, situada en la bocacalle de una de las vías que unen la calle del Parque y el Coso Alto.

A la información que acababan de recibir, y cuyo autor también había solicitado una ambulancia en el 112, le faltaban algunos detalles para coincidir con la escena que se encontraron los agentes al llegar a la primera planta del edificio okupado: un joven tumbado en medio de un charco de sangre, boca arriba y prácticamente en posición de firmes y con dos visibles heridas de arma blanca, una a la altura del abdomen y otra en la parte superior izquierda del tronco, junto al cuello.

Los policías también hallaron en la escena del crimen un cuchillo de cocina con restos de sangre, que al parecer fue el arma homicida.

INCOHERENCIAS Lo que no pudieron llevarse los agentes del 091 ni los miembros de la Policía Judicial que pronto acudieron al lugar fue una explicación verosímil de lo que había sucedido pese a contar con cuatro testigos más o menos directos de lo ocurrido. Sus explicaciones resultaban incoherentes entre sí y presentaban notorios síntomas de embriaguez, por lo que los investigadores decidieron detener a los cuatro y trasladarlos a la Comisaría para tratar de esclarecer cual de ellos había cometido el crimen. Eran, junto con el fallecido, las únicas personas que residían en el edificio abandonado.

La embriaguez fue el motivo principal de que a los policías les resultara imposible tomarles declaración a lo largo de toda la mañana de ayer. En principio, iban a ser interrogados entre la tarde de ayer y la jornada de hoy, para ser puestos a disposición del juzgado de guardia de Huesca mañana viernes.

Mientras, efectivos de la Policía Científica efectuaron una inspección del piso en el que se encontraba el cadáver, y del resto de las dependencias de la casa, en busca de huellas dactilares, rastros biológicos y cualquier otro tipo de pista que permita progresar en la resolución del caso. También tomaron muestras de ADN a los detenidos.

Varios vecinos explicaron que en los últimos meses se habían producido algunas peleas e incidentes en la casa.