Los datos con los que trabaja el Ayuntamiento de Zaragoza prevén que de seguir la tendencia del primer semestre, el consumo total del año será del orden de 59 hectómetros cúbicos. Todo un récord. Y es que los meses con mayor demanda de agua son junio (por el llenado de piscinas y riego), julio y algo menos agosto. No obstante, dentro de estas previsiones habrá que tener en cuenta que desde el 14 de junio pasado, el agua de boca ya no procede del Pirineo, sino del embalse de La Loteta y del Canal. Hasta ahora eran más del 70% los zaragozanos que bebían del grifo.