El perfil del contratado es un varón de entre 25 y 40 años de origen extranjero, aunque residente en nuestro país, ya que no se han realizado acuerdos en los países de origen. La mayoría de los trabajadores proceden del Magreb y de Europa del este. Estos segundos se caracterizan por tener un nivel de estudios por encima de la media de estos trabajadores, incluso hay algunos que han ido a la universidad. La categoría profesional de los temporeros es la de peón, mientras que los trabajadores con contrato fijo ejercen funciones superiores como la de tractorista.