La comunidad de Riegos del Alto Aragón desconvocó ayer, en una asamblea extraordinaria, la concentración que los regantes tenían previsto celebrar en Madrid en protesta por el embalse de Biscarrués. El anuncio, a mediados de julio, por parte del ministerio de publicar una declaración de impacto ambiental positiva del proyecto ha servido para, de manera unánime, dar marcha atrás a la propuesta, aunque "todos hemos sido muy críticos porque entendemos es excesivamente condicionante", afirmó su presidente, César Trillo, al término de la reunión, que se desarrolló "en un ambiente tenso".

"Entendemos que los objetivos se han cumplido. Pero esperaremos a su publicación en el boletín oficial para, en caso de haber algún cambio importante, tomar alguna nueva iniciativa. Porque de momento, solo tenemos un borrador", añadió.

Mientras dicha declaración no aparezca en el Boletín Oficial del Estado (BOE), la asamblea ha acordado delegar en la Junta de Gobierno para seguir el proceso y encargar un informe jurídico a especialistas en Medio Ambiente para que "analicen detalladamente, desde el punto de vista de la legislación medioambiental, el contenido de la declaración".

Aunque Trillo no quiso detallar los puntos concretos en los que dicha declaración se habría, según su opinión, excedido, los regantes ya han criticado la imposición de un caudal mínimo de 90 m3 por segundo para poder embalsar el agua, o la disminución del nivel para facilitar los usos deportivos del Gállego. Así como la negativa a la central hidroeléctrica propuesta.

EMBALSE DE ALMUDÉVAR Uno de los puntos principales de la asamblea fue el solicitar a la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) que saque a información pública el embalse de Almudévar, "porque da sentido a la obra de Biscarrués y porque el proyecto ya está redactado y se ha enviado toda la documentación a las partes". El de Almudévar sería uno de los embalses laterales de Biscarrués. Y, en principio, tendría unos 175 hectómetros cúbicos de capacidad y unas dimensiones similares a La Sotonera.