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Balance de las reservas

Las donaciones de sangre logran que Aragón no recurra a otras comunidades

La comunidad ha cedido hasta ahora 152 unidades de glóbulos rojos. Las necesidades de consumo se estiman entre 45.000 y 50.000 unidades anuales

Las donaciones de sangre en Aragón han bastado este año para abastecer a la comunidad de este recurso y no verse en la necesidad de pedir sangre a otras comunidades. Los datos de donaciones acumuladas entre los meses de enero y junio revelan que se recogieron 24.118 unidades, lo cual supone un aumento de un 2% respecto al mismo periodo del 2010, según Luis Callén, director gerente del Banco de Sangre.

Hasta el momento "no se ha hecho ni una sola petición de hematíes" a otras comunidades y por el contrario, Aragón ha cedido hasta ahora 152 unidades de glóbulos rojos. Tampoco ha sido necesario realizar "ni un solo llamamiento general" para la extracción de sangre. Las necesidades de consumo se estiman entre 45.000 y 50.000 unidades anuales. Cada unidad supone 450 centímetros cúbicos de sangre.

Entre finales de julio y principios de septiembre, el número de aportaciones disminuye coincidiendo con el periodo vacacional. Por suerte, este hecho se acompaña por un descenso de las operaciones quirúrgicas en verano, aunque los enfermos de leucemia o aplasia medular no dejan de ser "una fuente importante de consumo".

Por ello, en junio se intenta acumular reservas y a pesar de que "este año hemos empezado el verano en mejores condiciones, en septiembre puede haber pequeños problemas de reservas hasta que los donantes vuelven y se acuerdan de que tienen que donar". También se hacen durante este mes campañas en los pueblos de la comunidad, que durante la época estival ven aumentada su población.

COSTUMBRES "El hábito arraigado es donar, en el ámbito que se conoce. En las vacaciones tenemos la cabeza en otras cosas", explica Callén. Las campañas de captación desde que se creó el Banco de Sangre han sido efectivas, aunque sus resultados son más visibles "a largo plazo". "La tónica general es el aumento de las donaciones. Con gran lentitud, pero se está produciendo un cambio cultural" en este aspecto, relata Callén.

El grupo cero negativo es siempre el más solicitado por ser donante universal, pero "al final del año cada grupo ha gastado lo previsto".

Dos meses es el periodo mínimo que debe pasar entre una extracción y la siguiente. Se recomienda para los hombres 4 o 5 donaciones anuales y para las mujeres, 2 o 3. Los donantes deben superar una encuesta sobre sus antecedentes médicos. Si las respuestas son favorables, se analiza posteriormente una muestra sanguínea con el objetivo de descartar la presencia de virus como el sida, la hepatitis B y C y la sífilis.

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