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Polémica en la prestación de servicios sociales

Ana Mato no justifica el hachazo de su ministerio a la teleasistencia

La ministra participa en un acto dedicado a los mayores y no dedica ni una palabra al asunto. Unas trescientas personas de las mareas Naranja y Blanca se manifiestan en el Pignatelli por los recortes

Fotogalería de la visita de Ana Mato a Zaragoza

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Ni una palabra. El día después de que se hiciera público que el Ministerio de Sanidad retirará en el 2013 todas sus partidas para subvencionar el servicio de teleasistencia que prestan diferentes administraciones locales, su titular, Ana Mato, obvió durante una visita a Zaragoza las consecuencias que el hachazo --unos 2,6 millones de euros-- tendrá para los 16.000 aragoneses que reciben el servicio.

En la clausura del Año Europeo del Envejecimiento Activo y la Solidaridad Intergeneracional, que tuvo lugar en el edificio Pignatelli, la ministra, que anunció la elaboración de un "Estatuto para el Mayor", sí habló vagamente de "unos servicios sociales de calidad". En referencia a las personas mayores, que junto a los dependientes conforman el colectivo beneficiario de la teleasistencia, añadió que "queremos avanzar en la seguridad de vuestra situación económica, para que podáis ir afrontando con confianza esta etapa de la vida".

No hubo más. Ana Mato pronunció estas palabras en su discurso institucional, pero, en contra de lo que suelen hacer otros ministros, no atendió a preguntas de los periodistas. Tampoco dispuso de tiempo para ver a las alrededor de trescientas personas que, convocadas por las mareas Naranja --Servicios Sociales-- y Blanca --Sanidad--, además de otros colectivos, se concentraron en una y otra puerta del Pignatelli, en protesta por los recortes que ha impulsado el ministerio.

EL EJEMPLO DE ARAGÓN Mientras Mato decía que "a pesar de la crisis, Aragón es hoy uno de los mejores ejemplos de que, gobernando con responsabilidad y llevando una gestión eficaz de las cuentas públicas, es posible garantizar la sostenibilidad de las políticas sociales y del bienestar" y se deshacía en elogios al consejero Ricardo Oliván, los manifestantes expresaban fuera otros argumentos.

Gustavo García, de Marea Naranja, denunció que la ministra no había querido reunirse con ellos, para hacerle entrega del Informe sobre la Situación Social de Aragón, aunque dijo que se lo harán llegar igualmente. "A lo mejor no sabe que más de la mitad de los aragoneses tienen dificultades para llegar a fin de mes", ironizó García. José Luis Martínez, de Marea Blanca, llamaba a apoyar las movilizaciones del colectivo sanitario en Madrid y, Alberto Andrés, de la Plataforma en Defensa de la Sanidad Pública, estimaba que los recortes presupuestarios de la DGA pueden desembocar "en el despido de 600 trabajadores".

Dentro, la presidenta Rudi reiteraba su compromiso "con los mayores, su protección y su envejecimiento en las mejores condiciones". Tras la espantada del ministerio y en lo tocante a la teleasistencia, no le queda otra.

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