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Bajo Cinca

Detenido un cazador furtivo que envenenaba aves rapaces

El sospechoso, que trabaja en un coto, había matado especies amenazadas

La Guardia Civil ha detenido en el Bajo Cinca a un cazador que utilizaba cebos envenenados con los que había provocado la muerte de varias aves rapaces. El veneno utilizado actuaba en el sistema nervioso del animal, le impedía moverse y le producía una muerte agónica. De esta forma, el sospechoso, a quien se imputa un delito continuado contra la fauna, mató presuntamente seis águilas reales, un búho real, dos aguiluchos laguneros, dos milanos reales y un ratonero común, aves que, en algunos casos, están catalogadas como especies amenazadas.

Todos ellos, así como cinco cebos de conejos envenenados, fueron hallados por los agentes de la Benemérita en las inmediaciones del coto de caza donde trabajaba el furtivo.

La operación comenzó a mediados del pasado mes de enero, cuando se descubrió el cadáver de un águila real que fue entregado al Centro de Recuperación de Fauna Silvestre de La Alfranca, cerca de Zaragoza, para realizarle la necropsia.

Se le realizó un análisis según el cual el águila había muerto a causa de la ingesta de un cebo impregnado de un potente veneno que se utilizaba como insecticida para árboles frutales hasta que en 2007 se prohibió su uso.

En la primera fase de la operación se realizaron batidas a pie por el entorno en que podía haber depósitos de cebos envenenados. En esa zona, en el perímetro de un coto privado de caza vallado, se hallaron cadáveres de varias aves rapaces.

Tras la realización de la necropsia se constató que también habían muerto por la ingesta de cebos envenenados con el mismo tipo de veneno que el ejemplar de águila real.

BATIDA EN LA FINCA En una segunda fase, los agentes organizaron un dispositivo de vigilancia y registraron varias naves, almacenes y casetas del del coto donde se incautaron de numerosos cepos, jaulas trampa y otros aparatos para la captura indiscriminada de animales.

Durante una batida en el coto de caza encontraron nuevos ejemplares de rapaces envenenadas, así como trozos de conejos desgarrados junto a las mismas. Los enviaron al Centro Superior de Investigaciones Científicas de Ciudad Real para realizar un análisis e informe.

Del estudio de todas estas pruebas se pudo imputar al trabajador del coto, que reside en la comarca del Bajo Cinca.

En la operación participaron agentes del Seprona de la Guardia Civil de Fraga y efectivos de la unidad de perros de búsqueda de venenos.

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