Conmocionados aún por el crimen del zaragozano barrio de las Fuentes, los miembros de la Comisión de Sanidad de las Cortes supieron ayer del "preocupante incremento de casos de violencia de género en edades adolescentes". La denuncia la puso sobre la mesa el consejero Ricardo Oliván, que, citando un estudio del Instituto Aragonés de la Mujer, reveló que, "siendo incipiente", el problema "va a más y lo hace brutalmente".

El titular del departamento mostró su determinación a "actuar" contra esta lacra y apeló a la "coordinación del sistema educativo como herramienta fundamental". De hecho y aunque su comparecencia --a petición de CHA-- debía girar en torno a la atención sanitaria a las mujeres, Oliván basó buena parte de su discurso en glosar las actuaciones que el Ejecutivo autonómico ha puesto en marcha para combatir el problema. El consejero incidió en los programas para los servicios de urgencia, que son "la puerta habitual de entrada de estos casos". Mencionó asimismo la creación de un "registro específico" para estos episodios, que lleva aparejada la comunicación automática a la Policía Judicial, y la recogida de datos a través de las historias clínicas de Atención Primaria. Además de citar la elaboración de una guía aragonesa de atención sanitaria para víctimas de violencia de género, Oliván hizo especial hincapié en la formación que, ya en el 2011, recibieron 228 profesionales.

PROTOCOLO COMÚN El pasado año, se puso en marcha en todo el país un "protocolo común en urgencias", que incluye medidas para atender a mujeres en una situación de especial vulnerabilidad, como las pertenecientes al medio rural, las discapacitadas o las embarazadas. El consejero señaló también el programa contra la mutilación, que también va acompañado de sesiones formativas y de la creación de otro registro específico, que este año se va a ampliar a Primaria.

La portavoz de CHA, Nieves Ibeas, lamentó que "la crisis se está cebando en buena parte con las mujeres, con mucha mayor vulnerabilidad de la que se podía esperar". La diputada nacionalista añadió que "el fortísimo calado ideológico" de las políticas del PP "está abriendo la brecha de la desigualdad". Por su parte, Ricardo Oliván partió de la base de que más de la mitad de la población de Aragón la componen mujeres --670.000 personas-- y añadió que "el servicio sanitario aragonés está perfectamente dotado en medios humanos y técnicos para atender las patologías" femeninas.

Por el PSOE, Eduardo Alonso recordó la estrategia que ya presentó la predecesora del actual consejero e invitó a la DGA a continuar con un programa que "nació con un amplio consenso". Para el representante socialista, es necesaria "una atención especial y un enfoque específico para mejorar la salud de las aragonesas". Patricia Luquin, de IU, acusó a los gobiernos del PP de "no creerse las políticas de igualdad y de mujer", y subrayó la diferencia entre "su declaración de intenciones" y "los hechos que delatan los hachazos que están dando". Carmen Susín, por el PP, ensalzó el "trato exquisito y con sensibilidad" que el sistema aragonés ofrece a la mujer, sobre todo a la hora del parto, mientras Manuel Blasco, del PAR, manifestó que "no se puede negar que existen planes de igualdad y que se están llevando a cabo".