Salud en torno al lago

Con 70 hectáreas de extensión, Termas Pallarés no es un balneario más. Nacido a mediados del siglo XIX en torno a un lago de agua medicinal único en Europa por su gran extensión (más de dos hectáreas), este macrocomplejo termal de Alhama de Aragón es una lograda mezcla de estilo antiguo y moderno. Posee relajantes espacios decimonónicos, como el casino o el comedor del hotel Termas, junto a instalaciones y servicios que ofrecen lo último en baños y tratamientos curativos y antiestrés.

Todo ello dominado por un sólido torreón del siglo XV que también está dentro de los terrenos del balneario, que empezó a construirse allá por 1863. Desde entonces ha pasado por varias manos (familias Mateu y Pallarés) y ahora es explotado por el grupo Relais Termal, que regenta varios establecimientos termales en España. Sus actuales propietarios (la familia Taboada) residen en Madrid y dirigieron el negocio durante muchos años.

"El complejo incluye tres hoteles: Parque, de tres estrellas; Termas, de cuatro, y Cascada, de cinco", explica Carlos Abella, director del balneario.

Por si fuera poco, en medio de uno de sus parques se levanta un palacio mandado construir por Francisco de Asís de Borbón, rey consorte en los tiempos de Isabel II. El edificio, como no podía ser de otra forma, domina el lago termal, donde es posible bañarse durante todo el año, llueve, nieve o truene. Una fina bruma, fruto de la diferencia de temperatura, cubre continuamente la superficie del agua y le confiere un aspecto misterioso. En el XIX, esa capa de vapor atraía a numerosos clientes que paseaban alrededor del lago inhalando a pleno pulmón sus emanaciones.

"El agua brota por centenares de puntos a 32 grados y se estabiliza en torno a 28 grados", señala Abella, que explica que el contenido de la inmensa balsa se renueva por completo cada 32 horas. Además, el complejo alberga una cascada, en el hotel del mismo nombre, por la que caen 16.000 litros de agua por minuto, también con virtudes curativas.

El balneario Termas Pallarés ofrece un total de 165 habitaciones en sus tres establecimientos. En sus instalaciones destaca Aquaterma, un circuito termal decorado como en la antigüedad romana, pero tampoco hay que perderse sus tratamientos ni la gastronomía de su monumental comedor.