Miguel Ángel Yagües Cebrián : Imágenes de otros tiempos

Ayer se celebró la patrona de la Policía Local de Zaragoza, la Virgen del Portillo, en las instalaciones del cuartel de Palafox. Este año con concentración y pitada incluidas al concejal de la Policía Local y al superintendente, por el autismo imperante de ambos hacia las demandas del colectivo. Como cada año, asistencia de autoridades, desfile, revista y discursos de los políticos. Hasta ahí todo normal. Pero sin embargo, este año se ha recuperado una práctica que nosotros creíamos ya abandonada: el vino español.

En los últimos años erradicada por que ni el país ni la ciudad, y mucho menos la sensibilidad ciudadana, están para lifaras de políticos y autoridades. No es tanto el dinero destinado a ese fin como la imagen que se transmite a una sociedad empobrecida, a unos ciudadanos angustiados. La Zaragoza de la Expo queda lejos...

Y esta nueva realidad parecía haberse entendido en el ayuntamiento. De ahí la supresión de medallas y convites. Eso son ya imágenes de otros tiempos que tardarán en volver.

Sin embargo este año, bien sea por despiste de quien vigilaba o por nostalgia de un despechado superintendente, enervado por el estallido del colectivo, se ha organizado un vino español de nuevo para autoridades.

Pero ojo, que la salida de tiesto ha sido aún mayor.

SE HA EVITADO hacerlo en salones interiores, discretos y hurtados a la vista de los zaragozanos, como se hacía. En su lugar se han sacado manteles y camareros uniformados a los jardines exteriores de la Policía Local, adyacentes a la calle Violante de Hungría, para que separados por valla, que no muro, los zaragozanos apáticos y deprimidos, puedan ver la alegría de la casta conformada por altos funcionarios y políticos. Invitados que no tienen apuros económicos, casta que no sufre por la hipoteca o el comedor escolar.

Y por rizar el rizo, grifos de cerveza. En una instalación policial, donde por ley, no debe haber alcohol.

ESTÚPIDAS, incomprensibles imágenes de otro momento. Aires de grandeza de una casta que no ha entendido lo que está sucediendo en nuestra sociedad actualmente. No han entendido el dolor de nuestros conciudadanos, de aquellos que malviven de la solidaridad familiar, de ayudas sociales que se cercenan o acaban, de los que llegan a casa sin alegría ni ningún motivo para celebrar nada.

Incomprensible.