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EL CRIMEN DE PLAZA

Prisión para los dos detenidos por matar a un camionero

Uno admitió el asalto y entregó el arma, pero se desvinculó del golpe mortal

El titular del Juzgado de Instrucción número 7 de Zaragoza, Rafael Lasala, decretó ayer prisión provisional para los dos jóvenes detenidos como presuntos autores materiales de la paliza que acabó por causarle la muerte al camionero portugués Manuel Martins Fernández, de 44 años, el pasado 11 de abril en la pasarela peatonal de Plaza.

El primero, N. A. C., de 32 años, confesó el atraco, e incluso, anteayer, entregó a la Guardia Civil el arma, una barra de hierro, con la que atacó al fallecido. Asistido por la letrada Carmen Sánchez, aseguró que su compañero él solo le dio en las piernas. El segundo arrestado, A. R. O., de 24 años, asistido por Javier Notivoli, no admitió nada.

Ambos fueron enviados a prisión como presuntos autores de delitos de homicidio, lesiones graves y robo con violencia. En el caso del primero, también por un delito contra la Seguridad Vial, ya que cuando le arrestaron conducía el coche sin puntos en el carnet.

La Guardia Civil reveló ayer detalles de la operación Zarcoiris, como han bautizado a la investigación que ha permitido arrestar estos dos jóvenes en La Almunia y a un tercero, S. G. C., de 37 años, en Calatorao. Este fue interrogado como encubridor, porque sabía de la agresión.

Según constataron los investigadores, uno de los jóvenes estaba en el salón de juego de Plaza cuando los camioneros ganaron unos 5.000 euros y alardearon de ello, invitando. Tanto que los ladrones se llevaron 2.000.

El joven fue a La Almunia a recoger a su compinche y ambos esperaron, encapuchados y vestidos de negro, hasta que salieron los ganadores. Finalmente, solo eran dos. Les asaltaron y se llevaron la cartera pero estaba vacía, así que volvieron a por el sobre donde sí estaba el dinero.

En casa de los arrestados, la Guardia Civil encontró ropa negra y un ordenador que uno de ellos se compró con el botín. El otro se lo gastó en juego. En el coche, N. A. C. llevaba también algo de cocaína oculta. Este percibe una pensión por sus problemas mentales.

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