La Ley de Patrimonio Cultural de Aragón de 1999 mantuvo hasta el 31 de diciembre del 2014 el reconocimiento a las tres lenguas habladas en la comunidad --castellano, aragonés y catalán-- pero el Gobierno de Aragón aprovechó la aprobación de los presupuestos del 2015 para modificar por la vía rápida esta ley y suprimir cualquier mención a las lenguas minoritarias habladas en la comunidad y a las que el Ejecutivo del PP y el PAR les ha negado su reconocimiento y con ello, el de miles de hablantes aragoneses.

En concreto, el Gobierno aragonés aprovecha la Ley de Medidas Fiscales y Administrativas para modificar un buen número de leyes que, a priori y como en este caso, no tienen nada que ver con las cuentas públicas. Todos los años --con los reproches de la oposición-- se modifican entre 15 y 20 leyes que así no pasan por su propio trámite parlamentario. Los argumentos esgrimidos para eliminar la única ley que todavía reconocía la existencia del aragonés y el catalán en la comunidad --y que fue aprobada en 1999, cuando también gobernaban el PP y el PAR-- fueron para "adaptar la regulación de las lenguas y modalidades lingüísticas a la Ley 3/2013, de 9 de mayo, de uso, protección y promoción de las lenguas y modalidades lingüísticas propias de Aragón" De este modo, se cambia el artículo 4 para eliminar la palabra catalán y redactarlo del siguiente modo: "Además del castellano, Aragón tiene como propias, originales e históricas las lenguas aragonesas con sus modalidades lingüísticas de uso predominante en las áreas septentrional y oriental de la Comunidad Autónoma".

En 1999 era consejero de Cultura el aragonesista Javier Callizo, que 16 años después ostenta en el actual Ejecutivo el puesto de director general de Patrimonio Cultural.