Prudencia. O lo que es lo mismo, sensatez. Esto es lo que se piden entre Zaragoza en Común (ZeC) y PSOE. Y por el tono de las palabras de ambas bancadas la cautela está en cuestión. Ayer, el concejal de Servicios Públicos, Alberto Cubero, instó al portavoz socialista, Carlos Pérez Anadón, a que explique si considera que el pliego de concesión del servicio se hizo a la medida de Autobuses Urbanos de Zaragoza (AUZSA), "como dice la sentencia" del Tribunal Superior de Justicia de Aragón (TSJA) que anula tres cláusulas del contrato. Mientras estas afirmaciones las realizaba en la puerta de su despacho, y en respuesta a una carta del socialista dirigida al alcalde, Pedro Santisteve, en la que le pedía "prudencia", en la comisión de Derechos Sociales estalló la tensión entre la responsable de área, Luisa Broto, y la portavoz del PSOE, Lola Campos. Broto no escondió su malestar por la afirmación de Campos en la que aseguraba que no había "hecho nada" y que la ciudad está igual que antes de que ZeC llegara a solucionar la emergencia social. "¿Acaso el PSOE no sufrió la pobreza infantil o la erradicación del chabolismo?", le preguntó Broto.

En el ayuntamiento hay nervios e incertidumbre. La sentencia del TSJA puede tener consecuencias "millonarias", aseguró Cubero, que oscilarían entre "los 35 y los 40 millones" como mínimo, si solo se indemnizará a AUZSA. El Gobierno ha solicitado una aclaración de sentencia sobre tres aspectos que generan "dudas": si el contrato está ya anulado y si, en consecuencia tiene que volver a valorar la oferta de AUZSA y la de la cooperativa eliminando las cláusulas anuladas; si están obligados a licitar con otro pliegos y si se pueden plantear otros modelos de gestión como la municipalización.

Desde ZeC se han mostrado cautos a la hora de cuestionar la supuesta intencionalidad del PSOE en la formulación de los pliegos. Pero tras la carta enviada al alcalde la tensión volvió. Según Cubero, Pérez Anadón tiene que "explicar si considera que el pliego se ha hecho a medida de AUZSA". La sentencia es fruto de "una decisión equivocada" del PSOE que tendría que haberles avisado "de esto iba a pasar".

Si en los despachos saltaban chispas, en el salón de plenos también. Broto, que ayer estuvo más dura de lo habitual, reprochó a Campos que cuestionara su trabajo. "Nos dicen que no hacemos nada y luego que somos continuistas", criticó, insinuando la contradicción de esta acusación. Para Campos, la edila no ha sabido encajar las críticas, por lo que le recordó que "en política hay que tener piel de pingüino". Según Campos, el problema de ZeC es que "entró con una foto desenfocada de lo que es la acción social".