Roberto Esteban, hasta ahora titular del Juzgado de Primera Instancia número 18 de Zaragoza, fue elegido la semana pasada como nuevo juez decano por sus compañeros y en breve comenzará a desempeñar sus nuevas funciones.

-Llega en plena (y polémica) adaptación al llamado papel cero en Justicia, ¿cómo están llevando el asunto?

-El papel cero es una ley que lleva tiempo aprobada, pero de repente ha habido que aplicarla. Como tal, hay que acatarlo, pero que nos doten de medios. Que quede claro que los jueces no estamos en contra de la informatización, pero si sirve para facilitar el trabajo.

-¿En qué sentido no lo está facilitando?

-En muchos. Uno de los principales, del que se quejaban el otro día los funcionarios en una protesta, es que actualmente el papel se está imprimiendo igual, pero a costa del erario público, cuando antes era el procurador el que traía el documento impreso y con copia.

-¿Pero eso no es porque los jueces siguen queriendo trabajar en papel?

-No, es que no hay un programa visor que permita no imprimir. Está en pruebas en Barbastro, pero aún no es del todo satisfactorio. Así que hay que imprimir, con el inconveniente además de que antes nosotros teníamos los orginales, y ahora los custodian las partes y lo que a nosotros nos llegan son fotocopias.

-¿Dificulta este nuevo sistema la tramitación de la causas?

-Sí, cada vez que abres un documento tienes que cerrar otro. Pero no es solo por el sistema. Los escritos cada vez se aportan más largos, porque el corta y pega permite no buscar la jurisprudencia que interesa, sino toda la sentencia, por ejemplo. Creo que sería útil limitar la extensión de los escritos, como ha hecho el Supremo en algunos recursos.

-No parece muy entusiasmado con el papel cero, en definitiva.

-En el fondo, es que se trata de un momento de transición, que requiere el esfuerzo de todos. Recuerdo que cuando el Supremo dejó de distribuir boletines de jurisprudencia impresos muchos pensaron que iba a ser imposible de consultar, y hoy te ríes de esa idea. Es una situación transitoria.

-¿Qué líneas maestras tiene para su mandato como decano?

-No caben grandes proyectos, no hay medios materiales ni personales para ello. Mi labor está tasada, de coordinación y representación, de negociación con las partes. Pero sí quiero prestar especial atención a este proceso de digitalización, y a organización de la Nueva Oficina Judicial.

SEnDEsta no parece llegar nunca, ¿confía en su implantación?

-Para esta legislatura, la verdad es que no, pero en gran medida dependerá de la buena implantación del expediente digital. Creo que sí que se podrían hacer cosas útiles, aunque requiriesen una modificación legal. Por ejemplo, un servicio común de ejecuciones civiles, en mi campo, porque ahora vemos a gente con distintas condenas impuestas por diferentes juzgados y con varios acreedores, que se deberían acumular. Si no, todos acabamos embargando lo mismo, y se trabaja mucho para nada.

-Por su trabajo diario, ¿en qué jurisdicciones está peor la situación en Zaragoza?

-Yo hablo de lo mío, es decir de los jueces, no de los funcionarios u otros operadores. En este aspecto, creo que los que más carga de trabajo soportan son los juzgados sociales y penales. Los primeros aumentaron mucho la carga con la crisis, pero no ha disminuido. Hace poco me explicaban el caso de un juzgado de lo social que tenía señalados 100 juicios al mes en enero y febrero, y aún dejó 38 sentencias pendientes. Eso es inasumible, están muy saturados. También urgiría el segundo juzgado de Incapacidades y el cuarto de Familia, que actualmente están reforzados con Jueces de Adscripción Territorial (JAT).

-¿Ve factible que se creen nuevos órganos, tras tantos años de peticiones?

-Bueno, el Consejo General del Poder Judicial y el Ministerio de Justicia lanzaron la idea de crear juzgados bis para atender las reclamaciones individuales de consumidores, con JAT, letrados de la Administración de Justicia (secretarios judiciales) sustitutos y funcionarios interinos. No sería mala idea, con la resolución de cláusulas suelo y las que están por venir sobre los gastos de formalización de hipoteca. El problema es que al tener que atenernos a la legislación del Supremo, pero también a la europea, una decisión te puede cambiar todo. Por ejemplo, se ha elevado a Europa una consulta sobre las cuotas de vencimiento anticipado (que el banco resuelva un crédito por impago de una cuota), y si se considera abusiva, se archivarán todos los casos de hipoteca. Pero llegarán nuevos procesos por reclamación de cantidad. Una decisión lo cambia todo.

-¿Si los fiscales asumen la instrucción, sobran jueces?

-Que los fiscales asuman esa función ya está instaurado en toda Europa, no me gusta el concepto de Spain is different. No obstante, no sobrarán porque también está pensada la figura del juez de garantías, que supervisa el procedimiento. No sé cuándo llegará, hay que cambiar antes la Ley de Enjuiciamiento Criminal y no creo que sea en esta legislatura en la que las mayorías son simples.

-¿Qué opina de las puertas giratorias de los jueces que se meten en política?

-No me opongo. Es decir, un juez debe ser totalmente imparcial en su labor, su voz no tiene que estar en las televisiones, sino en sus autos y sentencias, si bien cuando deja un puesto para ir a otro las cosas cambian. Cuando regresa, las leyes limitan su labor para evitar que sean parciales.