Pagada una deuda de casi un millón de la época de Pinilla

El consistorio de La Muela terminó ayer de pagar una deuda de casi un millón de euros que se remonta al 2007 y que heredó de cuando Mariví Pinilla era alcaldesa de la localidad, cuando aún no había estallado la operación Molinos.

El montante, 930.068 euros, se debía a la empresa Fiuna, SA, en concepto de impuesto de obras por un proyecto de construcción de 229 viviendas que nunca se llegó a realizar, si bien la tasa municipal sí se abonó.

El nuevo equipo de gobierno, compuesto por CHA, PSOE y Ganar La Muela «ha tenido que afrontar otro expediente muy gravoso para las arcas municipales», señaló ayer Adrián Tello, alcalde de la localidad por Chunta Aragonesista, que indicó que un reciente informe del servicio de tesorería del consistorio concluía que «procedía estimar la devolución» del importe en litigio.

URBANIZACIÓN // La deuda, que supone otro quebranto para las arcas municipales, se ha ido abonando por etapas. Así, en septiembre se pagó una compensación del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) de 32.440 euros, y en enero se hizo un pago de 288.766, mientras que el último plazo ha ascendido a 608.861 euros.

La deuda se retrotrae al 30 de junio del 20078, cuando el Ayuntamiento de La Muela concedió licencia de obras para la construcción de una urbanización junto a la Ciudad del Golf, enfrente del polígono industrial Centrovía. La promotora, Fiuna, SA, ingresó diez días más tarde 930.068 euros como liquidación provisional del impuesto de construcciones, instalaciones y obras.

Sin embargo, con fecha de 23 de marzo del 2009, la empresa citada renunció a llevar a cabo el proyecto y solicitó la devolución de la suma entregada, una petición que se repitió en octubre del mismo año y también en el 2010 y el 2014, «sin respuesta alguna por parte del Ayuntamiento de La Muela», según el equipo de gobierno.

Tello indicó ayer que el importe del impuesto de obras desapareció de la contabilidad municipal porque fue indebidamente gastado en la época de Mariví Pinilla. De forma que la actual corporación ha tenido que recurrir a sus propios y escasos medios económicos para hacer frente a un pago que no le corresponde pero que ha heredado de una época en la que el ayuntamiento estaba en manos de otro equipo de gobierno.