Más grande, más moderna y más innovadora, con capacidad para afrontar los retos de la transformación 4.0 y vinculada a Zaragoza, la ciudad donde se fundó, es la nueva fábrica Pikolin que hoy ha inaugurado oficialmente el Rey Felipe, tras una inversión de 50 millones de euros.

Esta es la segunda vez que Don Felipe visita las instalaciones de la fábrica del segundo grupo europeo del descanso, la primera en 1998 en coincidencia con los actos del 50 aniversario y veinte años después, cuando cumple 70 años y en un nuevo complejo de 225.000 metros cuadrados en la plataforma logística Plaza.

En la visita a la fábrica, el Rey ha estado acompañado del presidente del grupo, Alfonso Soláns Soláns, del jefe del Ejecutivo aragonés, Javier Lambán, y del ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, además del alcalde de la capital aragonesa, Pedro Santisteve, del delegado del Gobierno en Aragón, Gustavo Alcalde, y del Justicia de Aragón, Ángel Dolado, entre otras autoridades.

Felipe VI, que al igual que el resto de la delegación oficial lucía un chaleco rojo de seguridad, ha conocido algunas de las naves donde cada día se fabrican 4.200 colchones, como la planta de espumación, donde ha saludado a un nutrido grupo de trabajadores, y la de terminado, en la que se ensamblan cada una de las partes que se elaboran en el resto de los sectores.

En su discurso de cierre del acto el presidente de Pikolin ha tenido palabras de recuerdo para su padre y fundador de la fábrica, Alfonso Soláns Serrano, quien, ha recordado, "se lanzó a una aventura cuyo horizonte no imaginaba", que empezó con seis trabajadores y cuenta en la actualidad con 2.995, diez fábricas y trece marcas en todo el mundo.

También ha agradecido el esfuerzo y compromiso de los trabajadores actuales y precedentes para posibilitar que esta fábrica haya crecido, se haya diversificado y adquirido una fuerte presencia internacional.

Pero para Soláns, el "dónde" está instalada la matriz también es "importante", y por eso ha garantizado que es "aquí", en Zaragoza y Aragón, donde se quedarán "generando empleo y creando riqueza".

Soláns ha subrayado que el nuevo complejo industrial es el más grande y moderno del sector en Europa, preparado para "seguir creciendo, innovando y adaptada el futuro" y poder trabajar en mejores condiciones y efectividad, ya que gracias a la transformación 4.0 se podrá ofrecer un servicio más rápido y personalizado a las necesidades de sus clientes.

Es lo que ofrece el primer colchón inteligente fabricado por Pikolin, dotado con un dispositivo inteligente, una pulsera que recoge los datos del sueño y una aplicación que analiza los parámetros para decir al usuario cómo duerme y recomendarle mejoras personalizadas, en función de los latidos del corazón, las fases del sueño y la temperatura del dormitorio.

De los 225.000 metros cuadrados que ocupa el nuevo complejo de Zaragoza, 85.000 los ocupa la superficie de la fábrica, 10.000 las nuevas oficinas y 35.000 el almacén logístico.

La empresa aprovechó además el traslado de su antigua sede para renovar un 30 % de los equipos, con inversiones entre las que destacan las realizadas en la nueva planta de espumación.

De los 1.995 personas a las que da empleo Pikolin, 672 trabajan en Zaragoza, de ellos, 455 en fábrica y 217 en oficinas.

Desde que empezó a funcionar la nueva fábrica en enero de 2017 se han producido ya 700.000 colchones de 700 modelos diferentes.

El Grupo Pikolin es el segundo grupo europeo del mercado del descanso y con una facturación de 430 millones de euros es líder de ventas en España, Francia y Portugal.

La empresa aragonesa, presente en los tres segmentos de este mercado (hogar, hospitalario y hotelero), cuenta con 10 plantas de producción, 3 en España, 5 en Francia y 2 en el sureste asiático, China y Vietnam.