Zaragoza Centro se presentó ayer en sociedad en el salón de actos del Colegio de Arquitectos de Aragón. Es el nombre con el que se ha bautizado el futuro «centro comercial abierto» al que aspiran los responsables de la agrupación empresarial recién creada con el mismo nombre y que ya cuenta con más de 40 establecimientos del Casco Histórico. Su lanzamiento parte de unas obras como las que se están ejecutando en la calle Don Jaime I que, como en este proyecto, les une la necesidad de combatir una amenaza común: los grandes almacenes. «La experiencia nos ha demostrado que cuando hay un problema que nos afecta a todos, te acabas uniendo más», explicó ayer Alejandro Aznar, uno de los responsables de este colectivo, que se va a dirigir a los más de 600 establecimientos del casco antiguo.

El objetivo es crear una marca única que les aglutine en torno a una oferta conjunta que mejora la de cualquier centro comercial. «Los primeros, en los años 80, consistían en un gran supermercado acompañado de una pequeña galería comercial, pero poco a poco fueron creciendo hasta apostar por un modelo de ocio y gastronomía que complementa a un conjunto de marcas y pequeñas tiendas. En ese sentido, la mejor oferta cultural, gastronómica, turística y de ocio está en el centro de Zaragoza, solo falta ponerlos en relación», argumentó.

Es una incógnita la aceptación que tendrá esta iniciativa, que pretende aunar esfuerzos con otras asociaciones e instituciones. En «febrero del 2019» tendrá un plan director y presupuesto, con el horizonte de hacer efectiva la idea «en dos años». Su lógica, incontestable: «El agua son los clientes y las calles, las cañerías. ¿Cuánto vale el agua si se acaba en el desierto?», preguntan. De momento han expedido «4.000 tarjetas de cliente» que ayer repartieron a los asistentes y que pretende convertirse en herramienta para acceder a descuentos y promociones conjuntas.