El Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil ha abierto una investigación al propietario de un finca rústica de El Burgo de Ebro en la que localizó un criadero ilegal de perros con doce ejemplares, cinco de ellos muertos y el resto en unas condiciones higiénicosanitarias deplorables. Los animales supervivientes estaban sucios, desnutridos y heridos, según indicó el instituto armado.

Los canes heridos eran de las razas bulldog francés, bichón maltés, chihuahua y pastor alemán, y fueron trasladados a instalaciones del Ayuntamiento de El Burgo de Ebro para recibir tratamiento veterinario, alimento y cuidados. Según indicó la Guardia Civil, evolucionan favorablemente de sus lesiones tras recibir el tratamiento adecuado.

Mientras, los perros fallecidos fueron trasladados a la Facultad de Veterinaria de la Universidad de Zaragoza para que se les practique la correspondiente necropsia que determine con más precisión las causas de su fallecimiento, por mucho que todo apunte a la malnutrición y las lesiones evidentes que presentaban algunos de ellos.

MALTRATO

El responsable del criadero está siendo investigado (lo que era imputado antes de la última reforma legal) por un presunto delito de maltrato de animales domésticos, en su modalidad agravada, al haber causado, presuntamente, la muerte a varios de ellos y la pérdida de algún órgano o sentido. El maltrato animal con resultado de muerte se castiga con entre seis y 18 meses de prisión y entre dos y cuatro años de inhabilitación para tener animales o ejercer cualquier profesión que tenga que ver con el cuidado de estos.

El investigado, según indicaron las mimas fuentes del instituto armado, es un vecino de la misma localidad zaragozana de El Burgo de Ebro que ya había sido denunciado con anterioridad por el Seprona de la Guardia Civil en la vía administrativa, y sancionado, ya que carecía de las autorizaciones tanto municipal como autonómica para ejercer como criador, actividad que se sabía que desempeñaba.