Juzgado un joven por violar a una chica que estaba embriagada

La Audiencia Provincial de Zaragoza juzgó ayer a un joven de origen nicaragüense por, supuestamente, aprovecharse de la situación de embriaguez de una compatriota para agredirla sexualmente. Él aseguró que fue algo consentido, mientras que ella dijo no recordar nada y que supo lo que había ocurrido por una fotografía que le habían hecho y en la que se les veía a ambos desnudos en un local abandonado.

El procesado, D. A. H., afronta una condena de entre 7 y 9 años de prisión que solicitaron la Fiscalía y la abogada de la víctima, Edna Barroso, respectivamente. El joven relató ante los magistrados que ambos estuvieron en el bar Encuentro Latino donde consumieron «botella y media de ron» y que, en una de las ocasiones salieron a la calle a fumar, se «morrearon» y acabaron dentro de un establecimiento contiguo manteniendo relaciones sexuales consentidas. «Cuando estábamos dentro de ese lugar, la dueña del bar, que es la nuera de la chica, nos hizo la foto y nos dijo que dejáramos de hacer lo que estábamos haciendo, que éramos unos cochinos», destacó.

La denunciante, por su parte, señaló que ella en ningún momento pudo haber dado su consentimiento, si bien no recordó nada, ya que admitió que bebió «unos 10 ó 15 chupitos». Eso sí, explicó que fue al día siguiente, tras despertarse en su cama «sucia y con magulladuras», cuando su ahora exnuera le enseñó una fotografía en la que estaba desnuda con el encausado.

«Pregunté si podía denunciar porque no tenía papeles y cuando me dijeron que sí, decidí ir a la Policía Nacional a interponer una denuncia», aseveró.

El tema de la situación irregular de la joven fue uno de los argumentos de la defensa, ejercida por la abogada Silvia Monclús, que presentó varios testigos que incidieron en que lo hizo para conseguir la nacionalidad. Uno de ellos llegó a espetar «no se han dado cuenta de que la Justicia en España es más seria que en nuestro país y se acaba llegando viniendo aquí -refiriéndose a al juicio-». Uno de los clientes del bar apuntó que la autora de la foto «descartó que hubiera sido por una violación» y que se la hizo «porque cada vez que bebía se volvía loca y quería demostrárselo a su hijo».