A la primera se ha conseguido ocupar los cuatro puestos de hostelería del futuro Mercado Central de Zaragoza. A diferencia de los mostradores de los detallistas, la oferta gastronómica ya tiene, de forma oficiosa, futuros adjudicatarios, bajo una marca única denominada Zentral. Esta aglutina a los responsables de varios establecimientos de la capital aragonesa (como el Rock&Blues, el antiguo Náutico o las food trucks de Pilares o La Abadía de Glastonbury, en Las Fuentes), que se han unido para plantear, a partir del próximo otoño, una oferta gastronómica inédita en la ciudad. Su apuesta, que ha resultado ser la más valorada en el concurso público, aseguran que «no trata de montar cuatro bares al uso, sino de ofrecer una mezcla de gastronomía, cultura y turismo» en el corazón del renovado edificio.

La puntuación definitiva, 97,8 puntos totales, apenas dejan margen a la duda frente a los otros licitadores, en este caso El Criollo, que optaba a un puesto (y ha obtenido 25,5), y Hostelería Zaragozana S. L. que aspiraba a dos (recibió 78,5), por lo que solo falta la confirmación oficial en el Gobierno de Zaragoza de lo que ya es una adjudicación casi hecha. Esta especie de UTE denominada Zentral, ganará la explotación de estos cuatro mostradores para los próximos 20 años y al pago de un canon anual suculento para el consistorio: 75.945 euros en dos de ellos y 93.997 por los otros dos. En total, 339.884 al año.

Al margen de la cuantía económica, importa la oferta en sí y, al parecer, la oferta presentada cuenta con numerosas novedades respecto a lo que es la oferta hostelera conocida en Zaragoza. En ella, adquieren especial protagonismo las nuevas tecnologías, ya que por ejemplo la clientela «podrá pedir sus consumiciones desde el teléfono móvil o leer la leyenda de cada producto que se puede consumir». Ello en una «terraza sofisticada, versión 3.0» en la zona de los arcos metálicos que, además, a principios del año próximo estará en obras para construir un cerramiento. De momento se estrenará sin él.

Otro de los alicientes que ofrecerá Zentral será la «parte cultural» que incluirá la propia oferta gastronómica, y es que está previsto programar «actuaciones de toda índole» a lo largo del año. Una «imagen amable» que va más allá del bar tradicional, en el que, además de comer se podría disfrutar de una actuación de jazz.

Respecto al funcionamiento en sí de los cuatro puestos, la propuesta los divide en cuatro espacios diferenciados: «uno de brasas, otro de plancha para verduras y pescados, otro de tapas, y churrería por las mañanas, y otro de cafetería y coctelería» que llegarían a un amplio espectro de clientela. Esta, además, «tendrá la opción de coger una bandeja, ir a los puestos del mercado y coger un producto que le haríamos a la brasa o a la plancha», explica Alberto Campuzano, uno de los responsables de Zentral, que ve relevante «promocionar el producto de los detallistas».