La movilidad ha cambiado en los últimos años a gran velocidad y va a seguir haciéndolo. En Zaragoza, el punto de partida para esta transformación vino de la mano del tranvía, que modificó por completo el modo de moverse por la ciudad. No volverá a ser motivo de cambio, porque el actual Gobierno PP-Cs ha renunciado a la línea 2 y dedicará sus esfuerzos a potenciar la movilidad compartida y actualizar la red de transporte público con recorridos más cortos pero más rápidos. Lo que pretende hacer es una reordenación en forma de malla o tela de araña con líneas radiales y circulares.

Según explicaron desde el área de Movilidad, quieren estudiar este modelo tomando a Barcelona como ejemplo, donde sus líneas son más cortas y prestan servicio por distritos, de manera que para trasladarse hasta otro hay que hacer transbordo a las radiales pensadas para atravesar la ciudad. Los tiempos de espera, eso sí, son más cortos.

Las líneas en Zaragoza son muy largas y atraviesan tramos con densidades de tráfico muy diferentes y que se solapan al realizar el mismo recorrido en varios puntos. Con unas distancias más cortas, se lograría ampliar la velocidad del autobús, pasando de los 12 kilómetros por hora de media actual a los 15, según Movilidad. No obstante, todavía hay que iniciar el estudio y, en todo caso, se pondría en marcha a partir del 2023, cuando venza el actual contrato con el Grupo Avanza.

Lo que sí podrá hacer son más carriles bus, que no se limitarán solo al centro de la ciudad, y la prioridad semafórica llegará a los barrios. La idea es que, a futuro, todos los ejes principales lo tengan. En paralelo, se seguirá invirtiendo en la renovación de la flota y esta semana llegarán los primeros buses eléctricos. Tampoco se descarta resucitar el proyecto del tranbús.

Si la línea 1 del tranvía fue el primer hito, la movilidad compartida se ha convertido en otro que ha revolucionado el modo de desplazarse en las urbes, donde las bicis y los patinetes eléctricos se han convertido en los nuevos reyes. Ya sucedió en el 2008, cuando se dio un empujón al uso de las dos ruedas, con la primera expansión de los carriles ciclables y la puesta en marcha del servicio Bizi Zaragoza. Ahora, son más las alternativas que existen para evitar tener que coger el coche.

MÁS ESPACIO PARA BICIS

Desde Movilidad no tienen previsto seguir ampliando la red ciclable, de 136 kilómetros (sendas incluidas) pero sí están valorando aumentar las vías pacificadas, incluso en las grandes avenidas.

La concejalía está estudiando la posibilidad de que las calles con dos carriles por sentido se pacifiquen parcialmente, de manera que uno de los dos esté limitado a 30 kilómetros por hora. Así las bicis podrían circular con mayor seguridad.

El Gobierno municipal tiene previsto seguir apostando por los patinetes y valora que todas aquellas empresas que quieran instalarse en la ciudad, lo hagan.

Respecto a los VTC, recalcan que a día de hoy no hay demanda y que el sector del taxi va a seguir reciclándose para ofrecer servicios similares a los de Uber y Cabify.