José Antonio Delgado, de 54 años, llevaba desaparecido desde el pasado 6 de septiembre cuando abandonó la localidad vizcaína de Getxo, en la que residía, para visitar la capital aragonesa. En Zaragoza se había dado cita con una mujer a la que había conocido a través de la red social Badoo. Un encuentro que le costó la vida, ya que la Guardia Civil halló su cadáver, enterrado a las afueras de Pedrola. No hay detenidos, por el momento.

El hallazgo se produjo el pasado jueves, pero la Policía Judicial de la Comandancia de la Guardia Civil en Zaragoza decidió pedir el secreto de las actuaciones ante el titular del Juzgado de Instrucción número 9 de Zaragoza, Eduardo López Causapé. La razón era evidente: dar caza, con la mayor brevedad posible, a los responsables de esta muerte y de otros asaltos violentos en la zona.

Según fuentes consultadas por EL PERIÓDICO, el instituto armado mantenía abierta una investigación desde hace varios meses, después de que dos hombres denunciaran un robo violento. Un modus operandi que coincide con el sufrido por José Antonio Delgado, si bien las otras víctimas consiguieron salir vivas de los asaltos que sufrieron. El radio de actuación era amplio, las zonas de Gallur, Luceni, Boquiñeni y Pedrola.

MUJER CEBO

En los tres casos una mujer actuó como cebo. Ella, a través de un perfil en Badoo, contactó con las víctimas, ganándose la confianza hasta conseguir quedar con ellas en lugares públicos como estaciones de tren o gasolineras. Tras conversar y tomar alguna consumición, la mujer les propuso ir en el coche a un lugar apartado para mantener un encuentro íntimo. Era ahí cuando se produjo un atraco.

De forma sorpresiva, el vehículo en el que iban ambos ocupantes era asaltado por tres hombres, quienes amordazaron y golpearon a sus víctimas para conseguir robarle todas sus pertenencias, principalmente tarjetas, dinero y teléfonos móviles; además del turismo. Inmediatamente dejaron abandonados en medio de la nada a los dos hombres que pudieron escapar con vida y denunciar. No fue el caso del vecino de Getxo, que fue asesinado.

SEPULTADO

José Antonio Delgado fue hallado en Pedrola. Estaba enterrado. Había sido golpeado, pero todo apunta, según pudo saber este diario, que el hombre fue sepultado cuando estaba aún con vida.

Los forenses del Instituto de Medicina Legal de Aragón (IMLA) encontraron tierra en el interior de los pulmones. Los investigadores tendrán que determinar si los sospechosos fueron conscientes de que respiraba cuando soterraron el cuerpo o si creían que lo habían asesinado como consecuencia de la violencia empleada en el asalto. El cuerpo permanece en las instalaciones del IMLA a la espera de ampliar la autopsia en la que determinar la data de la muerte, así como la identificación del mismo, que dependerá de un análisis de ADN. El estado del putrefacción del cuerpo ha impedido el reconocimiento visual por parte de sus familiares.

No obstante, los investigadores no dudan en relacionar la desaparición de José Antonio Delgado con los otros hechos que están siendo investigados.

El robo del vehículo del vecino de Getxo es un nexo común. Los miembros de esta banda pusieron a la venta un Mercedes C220d, de color rojo, a través de internet. Una persona se interesó, lo adquirió y recibió el vehículo, pero faltaba la documentación. Se da la circunstancia de que esta persona, tras insistir con los papeles, acudió a la Guardia Civil que le dijo que esta persona llevaba desaparecida desde el pasado 6 de septiembre.

A ello se añaden las geolocalizaciones del teléfono móvil que llevaron el jueves pasado a realizar una batida por la zona. No solo analizaron Pedrola, sino también otras localidades en las que ha actuada esta banda criminal como en Gallur o Luceni.

SIN DETENIDOS

La Guardia Civil se afana ahora en identificar y detener a estas cuatro personas ya no solo como responsables de, al menos, dos robos con violencia, sino también por un delito de asesinato. Los investigadores no descartan que haya más víctimas que no hayan denunciado por tratarse de una cuestión sexual.

Las labores no están siendo fáciles para los miembros del instituto armado, ya que los sospechosos han guardado ciertas prevenciones para evitar el arresto. Por ejemplo, han realizado extracciones de dinero en cajeros de entidades bancarias situadas, especialmente en Utebo, pero siempre han ocultado sus rostros para evitar su identidad.

El Juzgado de Instrucción número 9 de la capital aragonesa lleva la investigación de un caso que ha sido declarado bajo secreto de sumario. José Antonio Delgado estaba divorciado y tiene un hijo. La Ertzaintza se puso en contacto con la Guardia Civil y con la Policía Nacional para intentar aclarar las causas de esta extraña desaparición que ha derivado en un terrible asesinato en Pedrola.