Candy Arrieta y Mohamed Achraf, dos de los miembros de la banda de las citas, implicados en el asesinato de un vecino de Getxo en Pedrola se dejaron una colilla junto a la fosa en la que enterraron vivo a José Antonio Delgado.

Un vestigio que la Unidad Central Orgánica (UCO) de la Guardia Civil recoge en un informe remitido al Juzgado de Instrucción número 10 de Zaragoza encargado de la investigación. Detalla que dicho cigarrillo consumido pertenece a la marca LM y que fue encontrado a lado del cadáver, el 27 de septiembre, a las 11.35 horas.

No es la única prueba que está siendo analizada por los miembros del instituto armado, ya que en la inspección ocular de este paraje conocido como barranco del Salto del Lobo también observaron unas huellas de rodamientos de un vehículo con el que pudieron trasladar a la víctima mortal y, posteriormente, abandonar el lugar. La UCO señala que la fosa que realizaron para ocultar el cadáver pudo hacerse con una pala por una de las hendiduras presentes en el escenario del crimen.

Los sospechosos cavaron un hueco de 2,10 metros de longitud, por una anchura en su parte central de 0,65 metros y con una profundidad de 0,45 metros.

El cuerpo del vecino de Getxo, de 54 años, estaba en el momento del hallazgo totalmente desnudo. Después de 21 días sepultado, parte de la tierra que cubría el cadáver se había desplazado, quedando una parte del mismo semienterrado. En el interior del mismo hallaron tierra lo que demostraría que fue enterrado vivo, tal y como adelantó este diario.

PRUEBAS PENDIENTES

La Guardia Civil está a la espera de los resultados del Laboratorio de Criminalística en relación con los restos biológicos hallados en el interior de la nave de Épila en la que residían Arrieta y Achraf y donde los investigadores creen que llevaban a cabo las torturas de sus víctimas a quienes previamente engañaban a través de la red social Badoo.

Asimismo, están pendientes del análisis de los teléfonos móviles intervenidos en la operación que permitió detenerles. De este modo, buscan una prueba inculpatoria más en contra de Candy Arrieta, a partir de las conversaciones que mantuvo con sus tres víctimas, un vecino de La Almunia de Doña Godina, otro de Tudela y el de Getxo. Ella actuaba de cebo o gancho de los hombres a los que engañaba para mantener relaciones sexuales y luego eran asaltados de forma extremadamente violenta. Aunque ella borraba su perfil de Badoo con cada víctima que caía en su trampa, la empresa radicada en Londres ha emitido un informe en el que se confirma que esta mujer venezolana se hacía llamar Bella o Dulce Ángel y que contactó con las tres víctimas a las que pidió seguir hablando a través del Whatsapp. Ella, su pareja Mohamed Achraf y un amigo, José Antonio Meléndez, permanecen en prisión.