El antiguo jefe de Intervención de Armas del puesto de la Guardia Civil de Monzón detenido el año pasado por, supuestamente, abuso sexual de menores ha abandonado el centro penitenciario castrense de Meco en el que ingresó de forma provisional. Este siempre ha negado los abusos sexuales que se le imputan. De hecho, aseguró que era un acto de cariño como los que tiene con sus propios con sus propios hijos y que se decanta por las niñas en el afecto puesto que representan a la hija que nunca tuvo.

El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 de Barbastro decretó su libertad bajo una fianza de 6.000 euros que fue abonada por este agente del instituto armado, identificado como S. E. C. Fue solicitada por su abogado defensor, José Cabrejas, y apoyada por la Fiscalía Provincial de Huesca, mientras que las acusaciones solicitaron que fuera rechazada por cuestiones de alarma social, para evitar destrucción de pruebas, así como que pueda fugarse de España.

El arresto de este agente se produjo el pasado mes de mayo por parte de sus compañeros del cuerpo. Según pudo saber EL PERIÓDICO, en la causa que está siendo investigada habría 16 menores perjudicadas de entre 6 y 10 años. Estas serían las alumnas de las clases de inglés extraescolares que impartía en el CEIP Pedro I y el Alto Aragón de Barbastro.

Como principal prueba, controvertida ya que fue instalada por una profesora de uno de los colegios y no estaba autorizada a nivel judicial, están las grabaciones de una cámara en la que se puede observar que durante el desarrollo de las clases «besaba a las niñas, las acariciaba por dentro de la camiseta, les tocaba el trasero incluso, introduciendo la mano por dentro del pantalón, les daba volteretas en el aire». Este individuo aprovechó su situación, presuntamente, para introducir la mano por dentro de la camiseta de las niñas y las sentaba en su regazo para así poder acariciarlas y besarlas.

Pero la investigación no solo se centra en estas imágenes obtenidas, sino que la Guardia Civil está analizando todo el material electrónico propiedad de este hombre, especialmente, su ordenador personal. En un primer estudio han observado imágenes que podrían constituir, además del delito de abusos sexuales que se le imputa, otro de pornografía infantil.

Los agentes tratan ahora de determinar la edad de las chicas que aparecen en esos vídeos, si se han compartido con otros pedófilos a través de las redes que suelen emplear este tipo de delincuentes y si la descarga fue voluntaria.

JUSTIFICACIÓN DE LA LIBERTAD

Este agente, que tiene abierto un expediente por parte de la Dirección General de la Guardia Civil, ha salido de la cárcel, después de que su letrado lo solicitara por segunda vez, tras ser rechazada su libertad por la jueza instructora.

En esta ocasión, el ministerio público señala que «a estas alturas de la instrucción ya se han practicado todas las diligencias de investigación necesarias para la averiguación de los hechos y descubrimiento de su autor y, por tanto, no hay ya riesgo alguno de destrucción de pruebas».

«No obstante, no debemos olvidar la gravedad de los hechos y la especial vulnerabilidad de las víctimas, por eso, y teniendo como principal objetivo su protección y evitar la reiteración delictiva del investigado, interesamos, que S. E. C. no pueda acercarse a menos de 500 metros a los menores, impartir clases en centros docentes públicos y privados, prohibir acercarse a lugares frecuentados por menores tales como centros educativos, parques, polideportivos o cualquier otro de ocio infantil, a una distancia no inferior a 20 metros y la salida del territorio nacional», instó a la magistrada.

Ante todo ello, la instructora decretó no solo el pago de la fianza, sino también una orden de alejamiento que impedirá a este hombre estar en Barbastro, localidad oscense en la que están los colegios en los que impartía clase el guardia civil.