Circular por las aceras de Zaragoza en bici o en patinete eléctrico está prohibido, y aún así son muchos los que recurren a ellas para desplazarse. De las 3.804 sanciones que puso la Policía Local en el 2019 a ciclistas y usuarios de vehículos de movilidad personal (VMP), el 33% fueron por utilizar las aceras, o lo que es lo mismo, 1.272. El uso del móvil y auriculares acumuló unas 200 sanciones, aunque también hay varias por viajar dos personas en un mismo patinete. La normativa afecta por igual a ambos medios de transporte sostenible ya que la ordenanza municipal equipara a los VMP con las dos ruedas.

Moverse en bici por las aceras, plazas y calles peatonales de Zaragoza está prohibido por orden del Tribunal Superior de Justicia de Aragón (TSJA) desde septiembre del 2014 y hacerlo en un vehículo de movilidad personal desde junio del año pasado, tras la última actualización de la ordenanza municipal del consistorio y tras el boom de la movilidad compartida. Fue tal que obligó al ayuntamiento incluso a limitar a dos el número de empresas que podían alquiler patinetes eléctricos y que juntas no pueden ofrecer más de 1.700 unidades.

La capital aragonesa es una de las que más kilómetros de carril bici tiene de España, alrededor de 134, que, además, están conectados con las calles pacificadas y limitadas a 30 para facilitar los desplazamiento. Una opción que no acaba de convencer a muchos al sentirse inseguros

LAS CIFRAS

Según los datos de la memoria de la Policía Local, el año pasado se pusieron 2.031 multas a ciclistas y 1.773 a usuarios de patinetes eléctricos. En el caso de los ciclistas, el 39% de las sanciones fueron por circular por las aceras (792) mientras que en los VMP el porcentaje desciende hasta el 27% (480). Hay multas por saltarse semáforos, no adecuar la velocidad o no obedecer las señales, entre otras. También hay algunas, por muy descabellado que parezca, por viajar dos personas utilizando el mismo patinete eléctrico.

La tipología de sanciones y su cuantía varía notablemente ya que depende de si el usuario circula de forma temeraria o no. Así, el coste puede ser o de 36 euros o elevarse hasta los 200 euros, si la multa se tipifica como «grave», aunque en la mayoría de los casos se considera leve.

Según la ordenanza municipal, no respetar los semáforos, utilizar el móvil mientras se circula, llevar los auriculares puestos o hacerlo bajo los efectos del alcohol esta considerado como una falta grave, mientras que hacerlo sin acomodar la marcha al peatón (en el caso de ir por la acera) o con carácter deportivo fuera de las zonas señalizadas, o no utilizar luces o reflectantes por la noche estaría considerado como leve.

El Ayuntamiento de Zaragoza está trabajando de la mano de la Dirección General de Tráfico (DGT) en el nuevo reglamento que podría incluir la obligatoriedad de que los usuarios de patinete y bicis lleven casco. Una medida polémica que ya se ha debatido en más de una ocasión y que ha acabado en papel mojado por el riesgo de que el número de usuarios caiga drásticamente. Aunque cada vez son más los que optan por estos métodos sostenibles para moverse por la ciudad, sobre todo desde la llegada de las empresas de movilidad compartida, la cifra sigue rondando el 3% de los desplazamientos.

Romper esta barrera es uno de los objetivos del Gobierno municipal que, por otro lado, ya ha anunciado que no tiene previsto aumentar la red ciclable.