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los consejos del experto

La música como terapia antiestrés para el aislamiento

Parece curioso pensar que un gesto tan sencillo y natural como escuchar una melodía musical o canción en estos momentos de aislamiento diario en casa, pueda mejorar la calidad de vida y ayudar a nuestro organismo a liberar oxitocina (hormona de la felicidad) y bajar el cortisol, con la finalidad de bajar el nivel de estrés. Ya lo decía una de las grandes sopranos del Mundo, Monserrat Caballé: «la música eleva el alma». Entonces es bueno utilizar sus beneficios y sacarle el máximo partido. Incluso en el hundimiento del Titanic, los músicos continuaron tocando sus instrumentos musicales hasta el final.

Los efectos de la música sobre el comportamiento han sido evidentes desde los comienzos de la humanidad. A lo largo de la historia, la vida del hombre ha estado complementada e influenciada por la música, a la que se le han atribuido una serie de funciones. La música ha sido y es un medio de expresión y comunicación no verbal, que debido a sus efectos emocionales y de motivación se ha utilizado como instrumento para manipular y controlar el comportamiento del grupo y del individuo.

La música facilita el establecimiento y la permanencia de las relaciones humanas, contribuyendo a la adaptación del individuo a su medio. Por otra parte, la música es un estímulo que enriquece el proceso sensorial, cognitivo (pensamiento, lenguaje, aprendizaje y memoria) y también enriquece los procesos motores, además de fomentar la creatividad y la disposición al cambio. Así, diversos tipos de música pueden reproducir diferentes estados de ánimo, que a su vez pueden repercutir en tareas psicomotoras y cognitivas. Todo ello depende de la actividad de nuestro sistema nervioso central.

La audición de estímulos musicales, placenteros o no, producen cambios en algunos de los sistemas de neurotransmisión cerebral. Por ejemplo: los sonidos desagradables producen un incremento en los niveles cerebrales de serotonina, una neurohormona que se relaciona con los fenómenos de agresividad y depresión.

Existen 2 tipos principales de música en relación con sus efectos:

> La música sedante, que es de naturaleza melódica sostenida, y se caracteriza por tener un ritmo regular, una dinámica predecible, consonancia armónica y un timbre vocal e instrumental reconocido con efectos tranquilizantes.

> La música estimulante, que aumenta la energía corporal, induce a la acción y estimula las emociones.

La música influye sobre el individuo a dos niveles primarios diferentes: la movilización y la musicalización: la movilización: la música es energía y por tanto moviliza a los seres humanos a partir de su nacimiento y aún desde la etapa prenatal. A través de la escucha o la creación, la música imprime una energía de carácter global que circula libremente en el interior de la persona para proyectarse después a través de las múltiples vías de expresión disponibles.

La musicoterapia es una técnica terapéutica que utiliza la música en todas sus formas con participación activa o receptiva por parte del individuo.

Todos nosotros sabemos reconocer cuándo una canción nos parece alegre o nos parece triste. Generalmente asociamos nuestro estado de ánimo a la melodía de numerosas obras de todo tipo. Pues bien, precisamente la musicoterapia recurre a estas melodías como método para curar o reducir diversos problemas de salud.

La musicoterapia ya se conoce desde la antigüedad y en los años 40 del siglo pasado se comienza a utilizar como una rama de la medicina recuperativa, que con efectos fisiológicos, afectivos y mentales, contribuye a un equilibrio psicofísico de las personas. Hoy en día se aplica fundamentalmente en tratamiento del estrés y de la ansiedad, e influye positivamente sobre el corazón y pulmones, ayuda a prevenir el alcoholismo la drogadicción y los suicidios, aunque todavía es necesario profundizar mucho más en el tema.

La musicoterapia nos ayuda en tres aspectos básicos:

1.- La interacción positiva

del individuo

2.- La autoestima

3.- El empleo del ritmo como

elemento generador de

energía y orden.

La musicoterapia actúa como motivación para el desarrollo de la autoestima, con técnicas que provoquen en el individuo sentimientos de autorrealización, auto confianza, autosatisfacción y mucha seguridad en sí mismo. El ritmo, elemento básico, dinámico y potente en la música, es el estímulo orientador de procesos psicomotores que promueven la ejecución de movimientos controlados: desplazamientos para tomar conciencia del espacio vivenciados a través del propio cuerpo.

La musicoterapia es por tanto un buen aliado para mejorar el estado emocional en el momento que nos encontramos, ya que en ocasiones el sentido auditivo puede ayudarnos como válvula de escape del estrés emocional.

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