Vivimos tiempos difíciles, donde el teletrabajo se ha convertido de forma brusca y sin pensarlo en un medio de vida un tanto distinto al habitual. Convertir esta situación en un trabajo continuo 24 horas al día no es el objetivo de esta medida. Es quizá un problema para analizar y prevenir. A pesar de los avances tecnológicos que nos han permitido las nuevas formas de trabajo en red, el teletrabajo, entendido como aquel trabajo remoto que implica el uso intensivo de herramientas telemáticas, representa en la actualidad un modelo de futuro.

Muchas de las personas que teletrabajan comparten responsabilidades familiares, que convierten su día a día en jornadas sin descanso. Es por ello la importancia de poner fronteras al tiempo que dedicamos a la labor y a nuestro descanso. El teletrabajo es y será la línea del futuro laboral, siempre, claro que las tareas lo permitan.

Esta nueva modalidad de trabajar en casa permite realizar la función profesional desde otro prisma, que, aun contando con el material técnico necesario para ello y estando en comunicación directa con la empresa, puede generar un estrés mayor si no se sabe gestionar adecuadamente. La implantación de esta opción debe de ser gradual y con organización adecuada para evitar un caos y un descontrol del manejo del mismo. Pensar que el teletrabajo diario no genera estrés, es totalmente falso. Gestionar los riesgos psicosociales así como los ergonómicos que pueden existir en los hogares es también el punto de mira de la prevención de riesgos laborales.

Si las cosas se hacen bien, se planifican y se organizan, el teletrabajo, con los medios tecnológicos y ergonómicos adecuados, puede resultar muy rentable.

LAS VENTAJAS

La conciliación de la vida personal y laboral es la fórmula eficaz para equilibrar con éxito la vida laboral y la felicidad personal al tener un mayor nivel de libertad. Se reducen los gastos, el evitar las comidas fuera de casa y el coste de transporte es un gran ahorro extra a final de mes. La autonomía es quizá la ventaja más evidente.

La libertad para organizar el tiempo que se dedica al trabajo aumenta, lo que conlleva disponer de más espacio para disfrutar de otras facetas de la vida, que también las hay, las aficiones o las amistades.

La autonomía, puede permitir también utilizar formas mixtas de trabajar, como por ejemplo iniciar la jornada laboral en casa y desplazarse al puesto de trabajo en horarios en los que el tráfico está menos congestionado.

Se eliminan los fichajes, el presentismo ridículo. Ese vicio tan extendido que supone estar en el puesto de trabajo, pero sin trabajar, se reduce a la mínima expresión con el teletrabajo

.Ahorro en desplazamientos. En grandes ciudades y no tan grandes, trasladarse diariamente al centro de trabajo puede consumir varias horas al día para aparcar, circular y desplazarse. El no tener que desplazarse ahorra una gran cantidad de tiempo que se puede dedicar a otras a otros menesteres. Además economizar gastos derivados del desplazamiento, reduce el estrés y se contamina mucho menos. Aquí la productividad y la salud van de la mano.

Puede aumentar la productividad. Las ventajas que ofrece esta fórmula deberían mejorar el estado de ánimo, lo que puede generar un aumento de la productividad si el trabajo a distancia se estructura con sentido. Muchos estudios, de países cercanos al nuestro han visto grandes aumentos de productividad dando libertad al trabajador desde su hogar.

Reduce posibles contagios. Ante la pandemia global que estamos sufriendo es lógico pensar que es una manera de evitar contagios colectivos.

Permite integrar a personas con discapacidad.

Atrae más talento. Facilitar el trabajo a distancia hará que el puesto de trabajo sea más valorado en general y puede conseguir que gente que difícilmente trabajaría en la empresa, por ejemplo porque reside en una población lejana al centro del trabajo lo haga con mayor facilidad. Desde el punto de vista corporativo, el trabajo fideliza a los profesionales más exigentes que valoran esta forma de colaboración como un ingrediente que mejora su calidad de vida.

En ocasiones aumenta la creatividad al estar en un estado de confort.

Reduce costes en infraestructura empresarial, tanto los dedicados al espacio de trabajo como los asociados al trabajo presencial. Naturalmente habrá que invertir en que el trabajador encuentre un lugar adecuado y que la empresa le dote de los medios necesarios para el desarrollo del mismo.

Se mejora la opinión del trabajador respecto a la empresa y se reduce el absentismo laboral.

LAS DESVENTAJAS

La dificultad de desconectar. En ocasiones juntar en un mismo espacio el trabajo y la vida personal puede dificultar la separación entre lo uno y lo otro, por eso y para no caer en la esclavitud eterna es conveniente tener un lugar determinado dentro de la casa para el trabajo, como una mini oficina y marcarse unos horarios e intentar respetarlos. Podemos caer en la trampa del no desconectar y generar un estrés negativo.

Disminución del rendimiento laboral. Según las características de la actividad, el control de la cantidad y calidad del trabajo puede ser difícil de llevar a cabo, por lo que la productividad, al igual que podría subir, también en ocasiones puede descender.

Se pueden generar otros gastos como los propios medios telemáticos o el material fungible que utilizan. También aumentará el consumo energético doméstico.

El trabajador puede identificarse menos con la empresa, ya que al trabajar a distancia el empleado puede sentirse ajeno al equipo. No tener experiencia en este tipo de trabajo, conlleva una menor compenetración con los objetivos del negocio. No obstante, existen métodos para contrarrestar este problema. Lo importante es ser imaginativo, realizar videoconferencias e intentar tener una comunicación con el resto del equipo.

Aislamiento. La falta de ese ambiente de trabajo y de la relación con otros compañeros puede provocar que el trabajador se acabe excluyendo y sintiéndose demasiado solo, el contacto humano sigue resultando fundamental.

Pérdida de la confidencialidad. Es uno de los grandes problemas y retos de las empresas actualmente. Los ciberataques continúan siendo uno de los grandes riesgos a los que se tiene que enfrentar las compañías. Algunas de las funciones que realizan los empleados gestionadas desde fuera de la oficina, pueden poner en riesgo la confidencialidad de la compañía si no hay medidas estrictas de seguridad.

Es importante limitar la exposición a las emisiones de luz azul-violeta de las fuentes de luz artificiales. Recibir un elevado porcentaje de estos rayos causa fatiga y estrés visual. También puede alterar los ritmos circadianos, el ciclo del sueño.

CONSEJOS PARA REALIZAR EL TRABAJO REMOTO. BALANCE TRABAJO -VIDA PERSONAL

1 Establecer horarios estrictos para las tareas del trabajo diario .

2 Realizar los descansos adecuados de alimentación (dieta mediterránea), y realizar pausas cada un cierto tiempo.

3 Saber decir «Stop» que ha terminado el horario de trabajo y dedicar un tiempo a actividades personales.

4 Considerar el trabajo en casa igual de serio que el presencial. Mantener el contacto con los compañeros, no estar continuamente consultando

redes sociales, hacer pausas para estirar los músculos y alimentarnos. No llevar una vida sedentaria.

5 Intentar cuidar los ojos frente a luz azul si usamos pantallas de ordenadores.

6 Relajarse y buscar un momento de descanso es parte de la recuperación mental requerida para desconectar.

7 Separar el ocio de las obligaciones laborales es quizá el objetivo a tener en cuenta para teletrabajar.