Zaragoza se convertirá en poco más de un año en una ciudad en la que para aparcar el coche en la calle habrá que pagar sí o sí. Desde el área de Movilidad están trabajando de la mano de las juntas vecinales en una propuesta para ampliar el estacionamiento regulado por prácticamente todos los distritos salvo el Actur, Parque Goya, Casablanca, Valdespartera, Montecanal o Rosales del Canal. Se hará en dos fases y a partir del año que viene, cuando venza el actual contrato con la concesioniara del servicio Z+M, a finales del 2021, y se liciten los nuevos pliegos, que incluirán novedades respecto al actual servicio. La zona azul y naranja tiene dos objetivos: lograr una mayor rotación de los vehículos aparcados, uno de los principales problemas en los barrios consolidados, con viviendas antiguas y sin garajes, y recaudar. El año pasado se ingresaron 6.378.768 euros solo por las plazas de pago del centro de la capital.

En principio, las proporciones que se plantean desde Movilidad pasan por que el 60% de las plazas sean residenciales (ESRE o naranjas) y el resto (ESRO o azules) libres, aunque puede variar de un distrito a otro según las necesidades.

La expansión, de la que se encargará la futura contrata, se hará en dos fases y esto es precisamente lo que se está negociando en los distritos, qué calles se incluyen en cada una y cuáles serán residenciales. Según la propuesta inicial de Movilidad, la primera afectará a Romareda, la zona oeste de Las Fuentes y San José, Universidad, el este de La Almozara, el Arrabal y el barrio Jesús y la segunda al este de Las Fuentes y San José, Torrero-La Paz, La Bombarda, el norte de La Almozara, Balsas Ebro Viejo, Casablanca y La Jota.

La concejala de Movilidad, Natalia Chueca, explicó que por ahora se está analizando cuál sería el «máximo potencial» del dimensionamiento posible del estacionamiento regulado. Su idea pasa por aprovechar el final de la licitación para preparar unos nuevos pliegos actualizados a las necesidades del momento, con zonas de carga y descarga inteligentes y con una distribución del espacio público mucho más «eficiente».

Actualmente hay 6.548 plazas de aparcamiento regulado de las 6.777 que contempla el pliego. De estas, 3.928 (60%) son zonas azules (ESRO) y 2.620 (40%) naranjas (ESRE). El futuro contrato de licitación incluirá las nuevas, dando respuesta así a una reclamación vecinal.

La decisión de ampliar el estacionamiento regulado, ahora limitado al Casco Histórico y el Centro, y una zona de Parque Roma y Universidad, surge en parte de las peticiones de los propios vecinos, que llevan tiempo reclamando que se regule el aparcamiento para acabar con la saturación de coches de sus calles. Hay barrios como el Arrabal, a escasos minutos del centro andando, totalmente colapsados porque se utilizan como aparcamientos gratis y próximos a la plaza del Pilar, lo que provoca que los residentes no encuentren plazas para estacionar sus coches y se pasen un buen rato dando vueltas.

Sucede lo mismo en Delicias, donde el equipo de Gobierno PP-Cs ya aprobó en febrero habilitar 136 plazas, 72 de las cuales serán zona azul y 64 naranja. De hecho, es posible en tras el verano el Arrabal empiece a ver sus primeras zonas de estacionamiento regulado, ya que la contrata no ha cubierto el número acordado en el pliego y todavía podría ampliar 229 plazas más.

Se trata de distritos antiguos, con edificios que se construyeron en los años 50 y 60 sin garaje y con un número de plazas razonable si no se utilizaran como aparcamientos de larga duración, como sucede en Macanaz, donde se dejan los coches durante días.

Tanto las entidades como la Federación de Asociaciones de Barrios de Zaragoza (FABZ) aplauden la iniciativa del departamento de Chueca, aunque han puesto sobre la mesa una condición, que se bonifique el pago de la zona residencial según la renta. Una medida que busca que las familias más vulnerables no salgan perjudicadas con estas medidas.