Cuatro personas distribuidas en parejas recorren desde este miércoles los domicilios de los vecinos del barrio de Delicias contagiados por coronavirus y que son susceptibles de no cumplir la cuarentena debido a su situación social y de residencia. El dispositivo, formado por 12 personas repartidas en seis equipos que se incorporarán progresivamente al proyecto, echó a andar este miércoles. Y nunca mejor dicho porque es a pie e in situ

Esas parejas de controladores, en los que siempre habrá un trabajador social, recibieron una formación el pasado martes para saber cómo actuar en cada caso y su trabajo se empieza a desarrollar una vez que desde el centro de salud se detectan las personas susceptibles de ser entrevistadas. Para ello, los equipos de vigilancia epidemiológica de Delicias Norte, Delicias Sur, Univérsitas y Bombarda deben hacer una encuesta telefónica al paciente y trasladar si se generan dudas de que esté realizando el aislamiento domiciliario correctamente.

Si consideran que la cuarentena no se cumple, será entonces el momento de pasar a la acción los equipos domiciliarios. En estos casos, según precisaron ayer desde Sanidad, no entrarán aquellos que se hayan abordado ya a través de mediación intercultural, «siempre y cuando ésta haya servido para solucionar la situación». En la visita a la casa de los positivos, los profesionales informan sobre la necesidad de cumplir el aislamiento y la cuarentena respecto a sus contactos estrechos convivenciales.

Medidas de higiene

También se comprobarán las condiciones de habitabilidad y se reforzarán las recomendaciones de prevención e higiene. Si en esa visita se detectan problemas que impiden al afectado guardar las medidas de salud, se le ofrecerá un alojamiento alternativo. Para llevar a cabo esta tarea se cuenta con seis trabajadores sociales, además de voluntarios de Protección Civil del Ayuntamiento y de Cruz Roja, y de la colaboración de las entidades vecinales.

La puesta en marcha de este dispositivo en Delicias es una acción proactiva que tiene como fin atajar el avance y la expansión del virus en un barrio donde, con un grueso importante de población inmigrante y muchos contagios, las indicaciones de cuarentena no se están cumpliendo. Se cuenta también con la colaboración de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, pero su participación solo será requerida al domicilio si el equipo lo pide «ante un incidente» o a petición de la subdirección de Salud Pública «para localizar a personas ausentes de su domicilio que precisan aislamiento», según indicó ayer Sanidad. «No se va a ir en contra de nadie», insistió la semana pasada la consejera Sira Repollés.

En cualquier caso, si la persona con la que se está interviniendo o los contactos directos de dicho positivo se saltan el aislamiento durante el periodo requerido de cuarentena se exponen a ser sancionados y multados por la Policía Local y Nacional. Por otro lado, la DGA mantiene la idea de que si la incidencia de casos se dispara en otras zonas de la ciudad de Zaragoza, estos equipos de vigilancia domiciliaria podrían incorporarse a otros barrios para desarrollar la misma labor.