A nadie le gusta rascarse el bolsillo sin motivo alguno y es ahí, en las sanciones económicas, donde el Gobierno de Aragón va a poner ahora su foco para lograr que la ciudadanía cumpla con la normativa de seguridad frente al coronavirus y, en consecuencia, poder frenar los contagios que se siguen reproduciendo en la comunidad. Imponer multas de hasta 60.000 euros por celebrar un botellón y de hasta 3.000 por no llevar la mascarilla puesta es lo que el Ejecutivo autonómico va a implantar de manera inminente mediante la aprobación de un decreto ley.

Así lo adelantó este lunes el presidente de Aragón, Javier Lambán, que se mostró muy crítico con la actitud «irresponsable» de un sector de la sociedad que, en las últimas semanas, ha desatado los contagios tras la celebración de las no fiestas en numerosos municipios de Aragón. Esas acciones han tenido consecuencias en «brotes que eran perfectamente evitables», reconoció Lambán. «Y no nos va a temblar la mano en el endurecimiento de las medidas porque su conducta están poniendo en riesgo su salud y la de los demás», indicó el presidente.

Ejea de los Caballeros, por ejemplo, es una de las localidades donde se van a adoptar medidas concretas debido al auge de los positivos tras estas reuniones familiares, pero las sanciones económicas también van a ser muy estrictas en la hostelería. Aragón volvió el pasado viernes a la nueva normalidad y el fin de semana ha dejado unas imágenes de El Tubo de Zaragoza abarrotado, sin distancia social y con muchas personas sin mascarilla. Una escena que ha hecho saltar las alarmas.

En estos momentos, los servicios jurídicos de la DGA están estudiando la legislación vigente para realizar la modificación normativa y publicar las nuevas sanciones próximamente. Será mediante un decreto ley que, según el propio presidente, estará listo «con la mayor rapidez» porque «no serán necesarias grandes modificaciones» de la norma actual.

También se va a contactar con los ayuntamientos de los municipios para que el control de locales, terrazas y el uso de mascarillas se intensifique por parte de los efectivos de la Policía Local. «Se prohibió la celebración de las fiestas patronales de todos las localidades, pero se están organizando de manera espontánea actos, coincidiendo con las fiestas. No es de recibo que todo el esfuerzo de estos meses se dilapide por una conducta ciudadana irresponsable», insistió Lambán.

Multas testimoniales / Ya el pasado viernes, tras la reunión de la conferencia de presidentes autonómicos, el presidente dejó caer que las medidas se iban a endurecer. La gota que ha parecido colmar el vaso y acelerar la preparación de la normativa ha sido, además del incremento de los contagios, la situación desatada en el ocio festivo este fin de semana nada más volver Aragón a la nueva normalidad.

La imagen de masificación de El Tubo ha encendido una mecha que tampoco el Ayuntamiento de Zaragoza quiere permitir. Ambas instituciones, DGA y consistorio, abordarán la situación y los controles policiales serán más intensos. En última instancia, será el decreto ley el que recogerá los requisitos y los tramos económicos de sanción que, en el caso de las mascarillas, seguirán siendo de un mínimo de 100 euros. Una multa que, para el propio presidente de Aragón, es escasa. «Se ha estado multando, pero soy partidario de que sean más contundentes, muchísimo más duras, porque 100 euros es algo testimonial. A estas alturas, sabiendo lo que supone la difusión del virus, el dolor que está ocasionando a muchas familias y el trastorno que está suponiendo para la vida educativa y económica ese tipo de conductas son absolutamente reprobables», criticó Lambán