Aragón no tiene todos los huevos en la misma cesta y ese ha sido un factor determinante para lidiar mejor con la pandemia. La economía de la comunidad fue una de las cuatro que menos sufrieron el impacto del covid en el 2020 gracias a su diversificación, una menor exposición al sector turístico, un mejor comportamiento de las exportaciones y a su músculo industrial, entre otras causas. Un estudio del Banco de España, titulado La evolución de la actividad en las provincias españolas a lo largo del 2020 y sus determinantes, pone negro sobre blanco de qué forma afectó el coronavirus al conjunto del país.

Aragón sale bastante bien parada, con caídas del Producto Interior Bruto (PIB) del 8,7% en Zaragoza, del 8,3% en Huesca y el 7% en Teruel. Estas cifras distan mucho del hundimiento del PIB_en España que fue del 11%.

En el furgón de cola figuran Baleares, con un desplome de la actividad del 27%, seguida de las provincias canarias de Las Palmas (21%) y Santa Cruz de Tenerife (19%), Málaga (17%) y Gerona (14,2%). En el lado contrario se encuentran Cáceres y Badajoz, con el -5,3% cada una, según el informe del Banco de España que subraya que la crisis fue general. Pero esta se cebó especialmente en los territorios con mayor peso del sector turístico, en especial el ligado a la demanda extranjera, la más afectada por las restricciones de movilidad.

Solo 10 provincias habrían registrado descensos del PIB mayores que la media nacional (11%), pero el peso de estas en el conjunto de España es del 33%. Entre ellas figuran 3 provincias andaluzas (Granda, Málaga y Cádiz), otras tres catalanas (Gerona, Barcelona y Tarragona), Alicante, Baleares y las provincias canarias. Madrid y Sevilla se quedaron muy cerca de ese 11%.

Los datos globales constatan que las principales víctimas de la crisis fueron la hostelería, el transporte y la cultura, con caídas superiores al 24%. Las provincias menos afectadas fueron las que tenían una mayor peso del sector primario, que creció el 4,8% el pasado año, las actividades financieras y los seguros (2,9%) y el sector público, que repuntó el 1,4%.

Diferencias en Aragón

El mayor peso del sector servicios en las provincias de Zaragoza y Huesca explica ese diferencial con Teruel. Los cierres perimetrales de las tres provincias y las comunidades han perjudicado sobre todo a las comarcas del Pirineo que viven del turismo, principalmente por la aportación de sector de la nieve. En la comarca de La Ribagorza, por ejemplo, el impacto del covid provocó el pasado año un incremento del paro del 51%. El hecho de que el desplome del PIB en la provincia de Huesca no haya sido mayor se debe al importante peso que tiene el sector agroalimentario y el empleo público.

Mientras, la provincia de Zaragoza se ha visto afectada básicamente por el descenso de la actividad turística, pero también por la supresión de muchos eventos y congresos, además de ferias, que estaban programadas y que dejan pingües beneficios al sector servicios (hostelería, hoteles, comercios y transporte, entre muchos otros). Otro de los elementos que ha provocado el crack del PIB aragonés (-8,7%) ha sido la limitación de la movilidad, ya que la capital aragonesa es cruce de caminos y lugar de paso entre las principales urbes del país.

Teruel ha salido más airosa de este primer año de crisis por la pandemia. Tan solo ocho provincias registran descensos inferiores a la provincia aragonesa (Guadalajara, Cuenca, Ciudad Real, Toledo, Soria, Cáceres, Badajoz y Zamora). Es decir, la España interior resistió mejor al covid en este 2020.

En cualquier caso, los datos que arroja el Banco de España son mejores que las previsiones que realizó el grupo asesor de Economía Covid-19 de Aragón. En las mismas se llevaron a cabo proyecciones económicas en tres posibles (bueno, regular y malo, también definidos por el Banco de España en sus previsiones. En el caso de la comunidad el grupo covid-19 estimó caídas del Producto Interior Bruto del -9%, el -11,6% o el -15,1% a nivel nacional frente a una disminución del PIB del -7,5%, -9,6% o del -12,5% en Aragón en el peor escenario.

Las mayores restricciones a la movilidad hacen caer la actividad

El estudio elaborado por el Banco de España también constata la existencia de dos periodos temporales diferenciados en materia de movilidad. Por una parte, desde las primeras restricciones en marzo hasta el verano se percibe que apenas existen diferencias territoriales en las restricciones, ya que se gestionaba bajo el mando centralizado del Ministerio de Sanidad. A partir del verano, después de que los gobiernos autonómicos asumieran el mando en sus territorios con un mayor capacidad de gestión en función de la evolución del virus, dio como resultado «una mayor dispersión de los índices de movilidad desde el verano, especialmente notable a partir el mes de agosto, que ha continuado durante el resto del año, marcado por la segunda ola del covid-19».

En el caso de Aragón, la movilidad también varió a partir del segundo semestre, ya que se pudieron aplicar medidas concretas en el territorio. Este periodo además coincidió con la segunda ola de coronavirus. El Banco de España destaca que a menor movilidad mayor caída del Producto Interior Bruto durante el 2020.

Un exceso de más del 17%

El estudio del Banco de España también incluye un apartado relativo al incremento de la mortalidad. El organismo calcula que en el 2020 fue un 17,2% superior al promedio de los dos años precedentes. «Las provincias con mayor exceso de mortalidad en 2020 fueron las pertenecientes a las dos Castillas y Madrid», según el análisis. La mortalidad se concentró en el primer semestre «en un grupo limitado de provincias». Son Segovia, Soria, Salamanca, Ciudad Real, León, Albacete, Ávila, Guadalajara y Madrid. En el segundo semestre la distribución de la mortalidad fue «más homogénea». Teruel, Zaragoza y Huesca ocupan los puestos 17,18 y 19 en exceso de mortalidad.