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MEDIO AMBIENTE

Nacen cinco quebrantahuesos en cautividad rescatados del Pirineo

Los ejemplares fueron rescatados de nidos de alto riesgo en el Pirineo aragonés / Una vez concluida su adaptación, serán trasladados a los Picos de Europa

Nacen cinco quebrantahuesos en cautividad rescatados del PirineoFUNDACIÓN CONSERVACIÓN DEL QUEBRANTAHUESOS

Cinco crías de quebrantahuesos han nacido en las últimas semanas en cautividad en el Centro de Rescate y Cría en Aislamiento Humano (CRIAH) de La Alfranca, un espacio del Gobierno de Aragón gestionado por la Fundación para la Conservación del Quebrantahuesos (FCQ), después de ser rescatados sus huevos de nidos de alto riesgo en el Pirineo aragonés. Las tareas de incubación y crianza de los jóvenes quebrantahuesos se están llevando a cabo en dicho centro donde gracias a la técnica de cría asistida desarrollada es posible sacar adelante huevos recuperados de nidos cuya viabilidad en el medio natural estaba comprometida.

En la temporada del 2021, un total de ocho huevos han sido rescatados de seis nidos de alto riesgo de la cordillera pirenaica en el marco del programa de cría de quebrantahuesos desarrollado en el Centro de Cría en Aislamiento Humano (CRIAH). De los ocho huevos rescatados por el Grupo de Intervención en Altura de los Agentes de Protección de la Naturaleza del Gobierno de Aragón, en colaboración con el Grupo de Rescate en Montaña de la Guardia civil (Greim) y con personal de la FCQ han nacido cinco ejemplares gracias a la asistencia de los veterinarios y expertos en cría de quebrantahuesos. De los otros tres, uno resultó ser infértil y los otros dos presentaron unos procesos infecciosos que impidieron su correcto desarrollo y murieron antes de nacer.

Eclosión de uno de los huevos de quebrantahuesos recuperados.

Los pollos nacidos en el centro pasan los primeros y delicados días tras su nacimiento en una atención veterinaria permanente por parte del equipo de cuidadores de la fundación, donde son vigilados y atendidos día y noche. Las continuas interacciones entre los cuidadores y cada pollo se realizan exclusivamente mediante señuelos naturalizados de gran realismo, evitando así la impronta del pollo con los técnicos.

Una vez que los pollos superan las primeras semanas de vida, y han alcanzado su natural capacidad fisiológica de termorregulación a los 19 o 22 días de vida, y comienzan a emplumar, son trasladados al Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido para continuar allí con su desarrollo, en una segunda fase de aprendizaje conductual en presencia de los quebrantahuesos silvestres que frecuentan el punto de alimentación suplementaria instalado en el parque. Esta misma semana el primero de los ejemplares ya ha sido instalado en la plataforma de aprendizaje, y ha tenido una adaptación correcta. Se espera que en las próximas semanas se le unan el resto de ejemplares.

Transcurridos 90 días desde su nacimiento y una vez que los ejemplares se han desarrollado adecuadamente, los pollos son cedidos por el Gobierno de Aragón para el reforzamiento de la incipiente población en Picos de Europa.

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