Huesca fue el primer municipio aragonés que decidió sumarse al sistema Viogén del Ministerio del Interior. Fue en 2018. La intendente de la Policía Local de esta ciudad, Beatriz Rivas, valora la adhesión «porque somos el cuerpo policial más pegado al territorio» y eso implica en que «la relación con la víctima siempre sea muy cercana».

De los 74 agentes que la capital altoaragonesa tiene en activo, dos forman parte de la unidad especializada en Viogén. «Nosotros no atendemos los casos de riesgo extremo, alto, medio o bajo, sino los que se consideran no apreciado en los que también hay seguimiento», afirma la jefa policial oscense, quien especifica que cada 90 días se realiza una revisión y puede cambiar la valoración. «Nuestra labor como policías locales adscritas al sistema Viogén es la de supervisar a las mujeres, que ellas te conozcan y ganar una confianza para que el día que tengan un problema se actúe con la mayor diligencia posible», apostilla.

Esta agente, que reconoce que todos los servicios «son mejorables», anima al resto de municipios a inscribirse para intentar acabar con esta lacra.