Gonzalo Ferrer, gerente de la empresa La Abella Chistabina, es natural de la localidad sobrarbense de San Juan de Plan, y hace unos años regresó a su pueblo natal para emprender este proyecto apícola. La subvención que recibió por parte del Gobierno de Aragón, de 20.000 euros, le permitió adquirir nueva maquinaria para la extracción y el envasado de la miel, una inversión «necesaria» para la consolidación del proyecto. Este lunes se lo dio a conocer al consejero de Vertebración del Territorio, José Luis Soro.

El consejero visitó las instalaciones de este joven apicultor que, en 2020, obtuvo una subvención del Fondo de Cohesión Territorial para modernizar y mecanizar el proceso de extracción, transformación y envasado de miel en su empresa. Soro quiso conocer el proyecto «que es un ejemplo del emprendimiento en el medio rural que debemos apoyar para fijar población».

El consejero señaló que «todo el protagonismo para arraigar población tiene que ser de la gente que vive en el territorio y el fondo de cohesión territorial busca que sean los ayuntamientos, las asociaciones, las empresas las que, conociendo los recursos y las posibilidades, impulsen las alternativas necesarias para poder ejercer el derecho a poder seguir viviendo en los pueblos». El gerente de la empresa subrayó que la ayuda le ha servido para «acelerar las inversiones necesarias para mejorar la mecanización».

En estos momentos, está abierto el plazo para la presentación de proyectos para el Fondo de Cohesión Territorial 2021, dotado con 1,6 millones de euros, y que va destinado a entidades locales y entidades sin ánimo de lucro y en unas semanas saldrá la convocatoria para empresas.