Hace poco más de una semana que consiguieron el título de graduado en Enfermería; y la mayoría, por no decir el 100% están ya trabajando sin darse casi tiempo a celebrar que ya no son unos estudiantes y que ya están inmersos en el mercado laboral. El sueño de cualquier estudiante, sobre todo empezar ya en lo que ha estudiado se ha hecho realidad para muchos de ellos.

En el curso 2020-21 había matriculados en el grado de Enfermería de la universidad pública un total de 976 jóvenes. Según los datos estadísticos de la propia institución, 243 eran inscritos de nuevo curso. 219 de ellos han conseguido su título, 148 en la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad de Zaragoza; 42 en la Escuela Universitaria de Enfermería San Jorge de Huesca; y 29 en la Escuela Universitaria de Enfermería de Teruel. En el Salud confirman que hay 182 enfermeras de nueva incorporación a la bolsa que se ha distribuido en sus centros y ya han sido contratadas.

La cifra de ocupación es alta porque «el sistema sanitario los necesita», ha asegurado Teresa Tolosana, presidenta del Colegio de Enfermería de Zaragoza, que cuenta en los últimos días con 175 nuevos colegiados –cada año suele haber unas 220-230 altas–, lo que para Tolosana implica que «han conseguido trabajo» puesto que si no, suelen esperar a colegiarse a principios de mes. Asegura que es «una satisfacción», sobre todo porque terminas con ilusión y «empiezas a desarrollar el trabajo para el que has estudiado». Y los sanitarios «encantados de tener nuevos compañeros de profesión, que vienen con fuerzas renovadas».

En Teruel ha habido 21 nuevos colegiados y «todos están colocados en la sanidad pública», señalan; y en Huesca «unos 30» y cada día se van incorporando más, porque, insisten, todos los que se colegian es porque tienen un empleo al que se van a incorporar o ya lo han hecho.

De los nuevos enfermeros colegiados en Zaragoza (es una profesión mayoritariamente femenina, de hecho de los 976 matriculados en el curso que acaba de terminar, 796 son mujeres y 180 hombres), la mayoría corresponden a graduados en la universidad de la capital aragonesa, pero no solo, «porque vienen de otros lugares porque saben que aquí el mercado de trabajo es mayor», afirma Tolosana. Lo mismo puede pasar con estudiantes de fuera de la capital aragonesa que se han podido colegiar en sus lugares de origen porque han encontrado trabajo de proximidad.

Vacunación

La mayoría de las contrataciones vienen del sector público, también el preferido por los nuevos graduados porque «hay más oferta» y «de cara al futuro» cuando acabe el verano. El de enfermero es una profesión «vocacional, pero también profesional», apunta Tolosana. De hecho, en un informe presentado recientemente por Infoempleo, la tercera titulación más demandada en Aragón en 2020 era la de Enfermería, con un 6,3% del total de la oferta en Aragón, casi tres puntos más que en 2019.

La presidenta del Colegio de enfermería reconoce que este verano ya no es solo trabajo por «pandemia», si no que tiene que ver la vacunación, cuyo porcentaje «es alto pero todavía queda mucha gente». Han bajado los casos, pero cuando enferma algún joven está mucho más tiempo. Además, hay que tener en cuenta que llega el verano pero «hay que seguir prestando un servicio». Ahí varía cómo se va a comportar la población, si hay veraneo, «la profesión se desplaza», señala; a «menor población, menos recursos», pero este año «no sabemos cómo va a ser la demanda», asegura.

Tolosana reconoce que este 2021 las «perspectivas son buenas» pero hay que tener en cuenta que en «otoño habrá que vacunar de la gripe». Eso implica que el 100% de la población tiene que tener la vacuna del covid a finales de verano «o una cantidad muy importante» porque lo que hay que evitar, señala la presidenta del Colegio de Enfermería de Zaragoza, es «juntar las dos campañas, covid y gripe» y unir a eso, que habrá «más catarros».