Tuvo la graduación de Enfermería el pasado 28 de mayo y el 9 de junio ya había empezado a trabajar en el Centro de Salud del Arrabal. Paula Lozano, de 22 años, cree que el conseguir empleo con tanta rapidez se debe a «la pandemia» porque los profesionales no han tenido vacaciones y, además, «han visto que hace falta más personal de Enfermería». Cuando estábamos en las prácticas ya nos decían: «Os estamos esperando como agua de mayo»; y lo mismo en la graduación, ya que la decana les avanzó que les estaban llamando para contratar a los ahora profesionales.

Esta búsqueda «me provocó un poco de estrés», asegura Lozano, ya que aunque durante la carrera se hacen «muchas prácticas, acabamos de terminar» y por eso tenía dudas de «si voy a estar a la altura». La joven pensaba que «el listón estaba muy alto» pero se ha dado cuenta de que «para nada», porque ha encontrado compañeros que «nos explican todo, son muy comprensivos y, realmente, todos han pasado por lo mismo».

Una diferencia entre las prácticas y el trabajo propiamente dicho es que en las primeras «vas a todo y no te conoces a los pacientes» y ahora «es todo responsabilidad suya». A todo aquel que se lo esté pensando, Lozano aconseja que «se lance, porque es una carrera preciosa y puedes ayudar mucho a mucha gente».