Macronaves, suelos logísticos, casas de pueblo y hasta pisos de obra nueva. En el catálogo de propiedades de la Sareb (Sociedad de Gestión de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria) figura un amplio abanico de inmuebles y parcelas de muy dispares tamaños, ubicaciones y estados de conservación. El banco malo creado por el Estado se quedó con casi 7.000 bienes aragoneses al hacerse cargo de los activos inmobiliarios tóxicos que le traspasaron las entidades financieras rescatadas entre el 2008 y el 2012. Buena parte de este enorme paquete de propiedades sigue sin dar con un comprador.

Bankia, Banco Mare Nostrum, Ceiss (Caja España y Duero), Liberbank o Caja3 fueron algunos de los grupos bancarios que endosaron su pesada losa inmobiliaria a esta empresa de capital mixto. El último de ellos estaba liderado por la aragonesa Caja Inmaculada (CAI), la cual acabó desapareciendo al ser absorbida por Ibercaja, que salió al rescate de su inviable negocio. De esta extinta entidad procede precisamente el mayor volumen del ladrillo local que posee esta sociedad.

La cartera de activos se ha ido puliendo año a año, no sin dificultad, desde que esta sociedad echó a andar en 2013. Al cierre de 2020 contaba con casi 4.500 posesiones en la comunidad, la mayoría de ellas vivienda situada en Zaragoza. En este particular inventario de inmuebles destacan algunos bienes singulares que sigue a la búsqueda de un comprador.

En el segmento logístico e industrial destaca una gran nave de 67.027 metros cuadrados de superficie --construidos sobre una parcela de 125.186 m²-- situada en la Plataforma Logística de Zaragoza (Plaza), el polígono más demandado de la ciudad. Estas instalaciones fueron levantadas en 2008 y son muy conocidas por el característico color naranja de la fachada. Ubicado junto a la calle Manfredonia, en una zona próxima al recinto ferroviario y a las plantas de empresas como BSH y Pikolin, es sin duda del activo más preciado de la empresa, aunque se desconoce su precio de venta.

La planta, de casi siete hectáreas sin divisiones interiores, está arrendada parcialmente a Pronimetal, una empresa dedicada a fabricación y almacenamiento de hierro que era el dueño original hasta que la CAI tuvo que quedarse la propiedad, que posteriormente pasó a manos de la Sareb.

En Centrovía, el polígono de La Muela, otro de las ubicaciones empresariales de bandera que hay en el entorno metropolitano de Zaragoza, se encuentra otro de los principales bienes en poder del banco malo. Se trata de un complejo con potencial para albergar hasta seis edificios de naves industriales adosadas que completan una manzana con un solo acceso. Actualmente están terminados tres inmuebles de 36 naves cada uno. Estas se componen en su mayoría de una planta baja de unos 500 metros cuadrados de superficie, con un altillo de 100 m².

Sareb es propietario de alrededor de un centenar de las naves de este conjunto inmobiliario, que se encuentran sin actividad. En un catálogo de 2018, la empresa pedía 10,3 millones de euros (impuestos no incluidos) por este complejo levantado en 2007, para el que no encuentra comprador.

El hotel San Valero

Una de las propiedades más especiales que tenía la Sareb en tierras aragonesas era el hotel San Valero de Zaragoza, del que ha logrado desprenderse en fechas recientes. El establecimiento de dos estrellas y 31 habitaciones, ubicado en la calle Manifestación del Casco Histórico de la capital aragonesa, fue adjudicado el pasado mes de marzo por 1,5 millones de euros en un proceso de concurrencia competitiva. El inmueble, construido en 1936 y rehabilitado posteriormente en 2006, ofrece importantes posibilidades para su explotación, ya sea para usos turísticos o residenciales al encontrarse a escasos 350 metros de la Basílica del Pilar.

El alojamiento volvió a abrir su puertas para la Expo de 2008 y cerró en 2011 debido a la crisis que le provocó el traslado de los juzgados de la plaza de El Pilar a la Ciudad de la Expo. En mayo del año pasado, el edificio fue okupado por una veintena de personas sin hogar durante un periodo de tres meses, hasta ser denunciada la situación por la Sareb, lo que provocó el desalojo del inmueble por parte de agentes de la Policía Nacional.

Para conocer los activos de la Sareb hay que consultar los portales Solvia, Altamira, Haya y Servihabitat, las firmas inmobiliarias con las que colabora para su comercialización.