Aragón ha perdido casi 3.000 plazas escolares en la última década fruto de la caída de los nacimientos en la comunidad, que en diez años han bajado más de un 30%. En el curso 2011-2012 eran 12.935 los alumnos de 3 años que empezaban su etapa educativa, una cifra alejada de los 9.977 que lo harán a partir de septiembre. La oferta de plazas se mantuvo más o menos regular, en torno a las 13.000, entre los años 2011-2012 y 2013-2014, pero la caída sin freno generalizada empezó en el 2015-2016.

En la ciudad de Zaragoza, por ejemplo, el descenso del alumnado es acusado en el centro y en el barrio del Actur, donde hace dos décadas era una de las zonas más demandadas y ahora tiene vacantes. Paralelamente y a pesar de la bajada de las plazas, la expansión de las residencias de parejas jóvenes a nuevos barrios de la capital ha llevado a levantar colegios en espacios que, hace diez años, eran solares. Es el caso de Valdespartera, donde hace cinco años había un colegio y ahora tiene cuatro, o Arcosur y Parque Venecia, sin centros educativos hace una década. En detrimentos de las zonas de escolarización tradicionales, estas áreas del sur de Zaragoza, así como Cuarte de Huerva (donde también se ha construido un colegio y un instituto) y María de Huerva son las que concentran actualmente la mayor demanda de plazas en niños de 3 años.

En el caso de la capital aragonesa, Educación ha bajado las ratios en seis de las ocho zonas de escolarización con más población a un máximo de 19 alumnos por clase. En lo que respecta a la provincia de Zaragoza, también con varias escuelas rurales que se han visto afectadas por la baja natalidad, las cifras han atravesado malas épocas. Por ejemplo, en el curso 2012-2013 la provincia perdió hasta 547 plazas con respecto al anterior, mientras que fueron 270 en el 2014-2015 y hasta 539 vacantes menos en el 2015-2016.

Por su parte, en las ciudades de Huesca y de Teruel la creación de nuevos barrios como tal no se ha producido, lo que no ha originado un boom de nuevas infraestructuras educativas. A nivel de provincia, sin embargo, la afección en la escuela rural ha sido mayor al contar con un territorio más disperso. En datos absolutos, la provincia de Huesca perdió, por ejemplo, casi 250 plazas entre los cursos 2012-2013 y 2015-2016. En el caso de la provincia de Teruel, esta perdió más de 120 en este mismo periodo.

500 partos menos durante 2020

A la hora de otorgar una plaza, la DGA trata de adecuar la oferta a la demanda y prima la cercanía del centro al domicilio. Cada año, antes de comenzar el curso el Departamento de Educación realiza un estudio basándose en datos del padrón para ajustar el número de nacidos a la oferta de los centros escolares. Sin embargo, ese padrón ha ido a la baja en la última década.

Fuentes de la consejería apuntan que la estrategia para reactivar la escolarización por zonas no le corresponde como tal al departamento, «sino que se trata de políticas ciudadanas para incentivar la natalidad», apuntaron. Es ahí, en el nacimiento de bebés, donde está el problema. Los partos han caído más de un 30% en diez años. En 2010 nacieron 12.661 niños en Aragón, mientras que en el 2020 se registraron 8.783. Solo en comparación con el 2019, los últimos datos apuntan a 512 nacimientos menos.

La escuela rural, la gran perjudicada por la caída de los nacimientos

La caída del alumnado también es generalizada en el medio rural de Aragón. Hace unos años, la DGA decidió bajar la ratio mínima a tres alumnos (cuando el PP estaba en el Ejecutivo autonómico la tenía fijada en seis) para mantener una escuela abierta, lo que permitió la supervivencia de muchos pueblos. La cifra, según fuentes de Educación, es que en los últimos años se ha podido dar viabilidad a un centenar de colegios rurales con entre 3 y 6 alumnos en las tres provincias. Sin embargo, la situación es muy cambiante porque no todas las familias se quedan de manera permanente en los pueblos, muchas por falta de oportunidades laborales, lo que ha llevado en alguna ocasión a que una localidad que había reabierto su escuela la haya cerrado uno o dos cursos después. También el paso de los alumnos de Primaria a los institutos de Secundaria, teniendo que desplazarse a otra localidad, ha derivado en cierres por la falta de estudiantes de Primaria. Las ratios son bajas, pero hacen falta niños para dar clases

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Curiosamente, el hospital Obispo Polanco de Teruel fue el único que registró una leve subida en 2020, con nueve partos más que en 2019, pero en datos globales las cifras descendieron de nuevo en las provincias. De hecho, Huesca contabilizó 1.204 nacimientos; Teruel un total de 921; y Zaragoza, 6.658. Esto supuso una reducción de 69, 23 y 420, respectivamente.

Esta situación repercute directamente en la despoblación, que cabalga a lo largo y ancho de todo el territorio. Muchos son los ayuntamientos de pueblos, el último de ellos el de la localidad de Griegos (Teruel), que hacen llamamientos y lanzan paquetes de ayudas a las familias con hijos para atraerlas a su entorno. Con vivienda y ofertas laborales se pretende arraigar a nuevos vecinos en el medio rural, lo que conlleva también reabrir las escuelas.