La consejera de Sanidad de la DGA, Sira Repollés, ha insistido este viernes en que la celebración de las Fiestas del Pilar dependerá de la situación epidemiológica en que «nos encontremos en ese momento», que no variará mucho de la actual (ha habido una «ralentización», dijo, aunque «esperamos que siga bajando»), ya que la fecha en la que se decidirá será el jueves, 2 de septiembre, en el Consejo Local ampliado. Además, ha respondido a las declaraciones de la vicealcaldesa del Ayuntamiento de Zaragoza, Sara Fernández, quien aseguró el jueves que en junio se consensuó con Sanidad todos los formatos posible de festejos. Repollés ha dicho que la reunión fue el 15 de junio y fue meramente «informativa» en la cual «no se elaboró ningún documento de medidas». De hecho, ha insistido que fue un encuentro «cordial» en la que se entendió que «dependíamos de la situación epidemiológica de ese momento» para la realización de las fiestas de octubre. Y ésta era «totalmente diferente» a la actual».

Por su parte, el alcalde de Zaragoza, Jorge Azcón, ha convocado para el próximo lunes, a las 14.30 horas, la junta de portavoces extraordinaria solicitada por el PSOE para analizar sus propuestas de Pilares, como la Ofrenda de Flores.

Este viernes ha finalizado el plazo de inscripción de los grupos y de los 803 posibles (los que ya participaron en 2019) se han registrado alrededor de 600. Según han explicado desde Zaragoza Cultural, muchos de los que han renunciado a participar en la ofrenda pertenecen a grupos de otras localidades que acostumbran a tener presencia el 12 de octubre, aragonesas y de otras comunidades.

La crisis sanitaria, las restricciones y la incertidumbre que envuelve a las fiestas son los principales motivos por los que se ha producido este descenso en el número de oferentes respecto a otros años. No obstante, la participación individual se mantiene, salvo que la situación epidemiológica obligue a alterar la organización del desfile. El ayuntamiento ha diseñado dos ofrendas, una normalidad y otra más reducida.