Las Urgencias del hospital zaragozano Royo Villanova vuelven a saturarse. Así ha sucedido en los últimos días la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF), una queja que viene siendo recurrente en los últimos años y que provoca malestar en los profesionales sanitarios y en los usuarios. Esta organización lo viene advirtiendo de manera reiterada desde al menos 2018. Esta vez lo achaca a la política del Servicio Aragonés de Salud sobre "las restricciones en las contrataciones, la falta de personal y la mala organización de los espacios disponibles". Sin embargo, desde el Departamento de Sanidad del Ejecutivo autonómico quitaron hierro a lo ocurrido y dieron por resuelta la situación.

"Debido a la falta de camas libres para poder ingresar a los pacientes que entran por Urgencias del hospital Royo Villanova, este servicio vive en un continuo estado de saturación", aseguró este martes un trabajador del citado sindicato, que desvinculó la presión asistencial que sufre el centro hospitalario se deba a la atención de pacientes con coronavirus.

Según CSIF, este martes por la mañana había 21 personas esperando ingresar en el hospital. También se vivió una situación similar el pasado lunes, apuntan las mismas fuentes, con largas esperas de los enfermos para poder ser internados en el centro hospitalario.

Atendidos "en todo momento"

Desde el centro sanitarios reconocieron que ha habido "un pico" en los servicios de Urgencias y que efectivamente ha habido pacientes que han tenido que esperar más de lo habitual para ingresar en planta, si bien, recalcaron que todos «han estado atendidos en todo momento en la zona de observación». «La situación poco a poco se va normalizando», aseguraron.

Estas explicaciones no convencen al CSIF, que asegura con los episodios de saturación de este hospital zaragozano son habituales desde hace varios años. «La falta de personal y el cierre de plantas -en concreto, la primera A y la cuarta B- hacen que las urgencias no puedan funcionar adecuadamente», sostienen desde este organización, que es la segunda fuerza sindical en la mesa sectorial de la Sanidad aragonesa.

También atribuyeron el problema a la situación que viene arrastrando el hospital, que «se está quedando pequeño» para atender a todos los residentes que viven en los barrios de la margen izquierda de la ciudad de Zaragoza, que cuenta cada vez con más población y más envejecida.

Hace un mes también se produjo una saturación del hospital de referencia del sector sanitario Zaragoza I. La situación entonces obligó a incrementar las derivaciones de pacientes a otros centros de la capital aragonesa. Con unas 240 camas, los responsables sanitarios vienen reconociendo que el Royo Villanova tiene menos elasticidad en comparación con el Servet (unas mil plazas) o el Clínico (800).