Aragón tendrá el próximo ejercicio el segundo techo de gasto más alto de la historia, después del impulso a las cuentas públicas en el año postcovid, que dejó la cifra más elevada. El Consejo de Gobierno ha aprobado un techo de gasto no financiero para 2022 de 6.080 millones de euros. Esta cifra, que se establece de manera previa a la elaboración de los presupuestos de la comunidad para 2022, cumpliendo con lo que especifica la Ley de Estabilidad Presupuestaria de Aragón, deberá ser refrendada por las Cortes de Aragón. El consejero de Hacienda del Gobierno de Aragón, Carlos Pérez Anadón, ha anunciado que la intención del Ejecutivo es que los aragoneses inicien 2022 con unas nuevas cuentas. Es decir, que estas se aprueben, como en el ejercicio pasado, el 30 de diciembre. Para ello, deberían presentarse a mediados de noviembre.

El techo de gasto, que vuelve a superar por segundo año consecutivo la barrera de los 6.000 millones de euros y que ha de servir para afrontar los retos de recuperación económica y social de Aragón, sigue reflejando la llegada de estímulos externos a cargo de los Fondos React-EU (100,7 millones y MRR (195,7 millones), pero marca también el inicio de un paulatino proceso de reequilibrio.La vocación del Ejecutivo, ha señalado Pérez Anadón, es lograr las más altas cotas de consenso, pero la negociación con los grupos parlamentarios todavía no ha comenzado.

Los 6.080 millones del techo de gasto de 2022 evidencian un límite de gasto expansivo, con una reducción de apenas 98 millones (un 1,6%) respecto a 2021, pero que representa un crecimiento de 496 millones (8,9%) respecto a 2020, único presupuesto de esta legislatura elaborado al margen de la crisis sanitaria del coronavirus. El techo de gasto refleja, de nuevo, el impacto de los fondos de recuperación de la Unión Europea, que dejarán en la comunidad autónoma casi 300 millones de euros.

En el capítulo de los ingresos no financieros se incluyen los 3.825 millones de las aportaciones del Gobierno central por el sistema de financiación autonómica, un 3,7% más que en 2021; un incremento del 7,4% respecto a 2021 en la previsión de ingresos por tributos propios y cedidos, que ascienden a 474 millones de euros; y otros 738 millones de los fondos finalistas procedentes de Europa (salvo los Next Generation). Además, la compensación del Gobierno central por el cobro pendiente del IVA de 2017 ascenderá a 103,3 millones de euros y la contribución por la ley de la Dependencia será de 67,7 millones de euros, aunque esta cifra «podría aumentarse», según ha destacado el consejero. A estas cuantías se añade también la recaudación prevista por tasas, precios públicos o cánones por parte de la comunidad, con 118,7 millones y un incremento del 9,2% respecto al presente ejercicio fruto, de nuevo, de la recuperación de la actividad.

Por otro lado, Aragón respetará la tasa de referencia del déficit que fijó el Consejo de Política Fiscal y Financiera en el 0,6%, aunque las reglas fiscales siguen suspendidas. La tasa de referencia permitirá asumir una deuda de 240,7 millones y representa una capacidad de gasto inferior en 163 millones a la de 2021.

El consejero de Hacienda y Administración Pública, Carlos Pérez Anadón, ha destacado que el segundo techo de gasto más alto de la historia servirá para «contar con fondos para la reactivación económica sin descuidar en el presupuesto ordinario el cubrir las necesidades sociales de los aragoneses». Aunque las cifras sean expansivas, Pérez Anadón ha indidido en que «no hay triunfalismos ni holguras» y avisó de que las cuentas «necesitarán de más reelaboración que las de 2021 y las de 2020». «Es un pre-supuesto», ha subrayado el consejero, que ha hecho referencia también al contexto de «incertidumbre económica global» que envuelve a estas cuentas. Por eso, ha insistido, «tenemos la obligación de trabajar siempre con prudencia, porque la economía aragonesa está interconectada» con el resto del mundo.

El responsable de la Hacienda autonómica ha defendido, además, que este es el techo de gasto de un «Gobierno de consenso, que sabe cuáles son las prioridades en un mundo todavía muy inestable y cambiante» y avanzó que intentarán sacarlo adelante con «el mayor consenso posible».