Realizar tratamientos complejos de uso hospitalario en el hospital Clínico Lozano Blesa y servir de punto de contacto para coordinar la atención a los pacientes crónicos entre la Atención Primaria y la Especializada, evitando que vayan a urgencias u hospitalizaciones no necesarias. Este el el objetivo del nuevo espacio asistencial para el Hospital de Día del Paciente Crónico, una unidad especializada destinada a la atención ambulatoria de este tipo de pacientes, ubicada en la primera planta del edificio de consultas externas. Así lo han manifestado esta mañana el gerente del Hospital Clínico, José Ignacio Barrasa, que ha visitado las instalaciones acompañado por la consejera de Sanidad del Gobierno de Aragón, Sira Repollés; y el director general de Asistencia Sanitaria, José María Abad.

La remodelación, diseño y equipamiento ha tenido una inversión de 173.137 euros, cantidad que ha sido donado por los trabajadores de Inditex, que en las navidades pasadas organizaron un mercadillo solidario, cuya recaudación ha ido destinada a este centro. Es “muy importante” puesto que las personas que son atendidas en esta unidad son "personas mayores y vulnerables”, que tienen pluripatologías o “dificultades de movilidad”, ha asegurado la consejera. Y es que muchos de los pacientes que requieren de este tipo de asistencia sufren enfermedades reumatológicas, cardiológicas o digestivas, entre otras, y reciben tratamientos hospitalarios ambulatorios.

La sala recién inaugurada. ANDREEA VORNICU

Las nuevas instalaciones (funcionan desde el 8 de noviembre) convierten las salas en  “espacios más amables” tanto para los pacientes como para sus familiares. De esta forma, los enfermos se sentirán más "confortables y podamos atenderlos en su día a día” en esas facetas que requieran una hospitalización por horas. En estos momentos, se atienden a unos 350 pacientes (en todo Aragón a unos 5.000)  y se realizan 1.300 sesiones al año entre transfusiones o infusiones de hierro, entre otros tratamientos, ha indicado Barrasa, aunque el objetivo es “ampliar horarios y también servicios”.

El gerente del Clínico ha contado que los hospitales de la comunidad ya cuentan con una unidad similar y que, en el caso del hospital Universitario, se habilitó primero la planta 13, que pasó a otros usos por la pandemia. Ahora en esta unidad trabajan dos enfermeras y todo el servicio de medicina interna que es quien “lidera lo que se hace en ella”. Para Barrasa es un cambio “trascendente” fruto fruto "de la evolución de la asistencia de estos últimos años, con el aumento de los enfermos crónicos".

La zona remodelada ocupa una extensión de unos 110 metros cuadrados, donde se han eliminado todas las barreras arquitectónicas. Los espacios se distribuyen en una zona de recepción con mostrador, un despacho de consulta y seis sillones de tratamiento, incluyendo la posibilidad de realizarlo en la modalidad de aislamiento. También se ha dotado de tomas de vacío y oxígeno, dos baños, uno de ellos asistido, armarios de almacenamiento que permiten mantener la sintonía relajante del entorno y un equipamiento clínico completo con ecógrafo, electrocardiógrafo, carro de emergencia y tres monitores telemáticos de constantes.