Los diputados de la comisión de Comparecencias Ciudadanas de las Cortes de Aragón mostraron este martes su solidaridad y apoyo a la plantilla de IDL que será despedida después de que la dirección de Stellantis (antes PSA-Opel) rescindiera el contrato de servicios logísticos que prestaba en la planta automovilística de Figueruelas. Esta ruptura motivó la presentación de un ere que dejará en la calle a 184 trabajadores, muchos de ellos con antigüedades de 20 años.

Así lo expresaron los diputados, aunque con diferentes visiones sobre si es consecuencia de la reforma laboral aprobaba por el PP en 2012, tras escuchar en la comisión a dos miembros del comité de empresa de IDL, quienes denunciaron el «abandono» sufrido tanto por parte de Stellantis como de la subcontrato y explicaron el proceso en el que se han visto inmersos desde les comunicaron la rescisión del contrato.

Una de las portavoces recordó las «humillantes condiciones» que han sufrido desde entonces, la primera cuando les bloquearon los tornos cuando trataban de acceder a sus puestos de trabajo en la planta de Figueruelas el 11 de octubre al no haber recibido explicaciones por el despido. No pudieron recoger sus pertenencias de las taquillas hasta un mes después, algunas «después de haber sido reventadas».

Recolocaciones

Los trabajadores consideran «un insulto» la oferta de 22 días con un máximo de 12 mensualidades que ofrece la compañía como indemnización por despido y «más cuando la empresa matriz (ID Logistics) a la que pertenecen desde hace un año tiene ganancias de más del 17%». El mínimo legal son 20 días y la empresa ofreció 25 a las primeras bajas voluntarias cuando quedaban dos años de contrato.

También ven «inviable» la oferta de recolocaciones fuera del territorio realizada por IDL porque no coinciden con los puestos que se realizan en Zaragoza y ni siquiera se conoce la duración del contrato, según explicó según Jorge Bujeda, representante de la plantilla. Este reconoció no tener «claro» de quién ha sido la culpa de la situación, que han «pagado» los trabajadores, aunque cree que Stellantis «se ha cansado de los lloros y continuas quejas por las pérdidas» aducidas por IDL. «Mientras antes todo el mundo quería entrar en Opel, ahora los jóvenes entran por una puerta y se van por otra», aseguró en alusión a las malas condiciones económicas que les ofrece el fabricante de vehículos.

Los trabajadores también desconocen si van a cobrar el mes de octubre ya que, debido a las pérdidas que sufre la empresa, sus directivos, según han apuntado desde el comité de empresa, les comunicaron que «se lo iban a pensar» . También se han negado a facilitar el contrato con Stellantis y la comunicación por la que se rescindía el contrato mercantil.

La dirección y el comité de IDL volverán a reunirse este miércoles en Zaragoza para tratar de cerrar un acuerdo definitivo sobre las condiciones del despido colectivo, algo que ahora parece difícil que se produzca porque las posiciones están muy alejadas.