Tres ovejas han aparecido muertas este viernes por la mañana en una finca en Torralba de Aragón tras sufrir mordiscos en el cuello en lo que podría suponer un ataque de lobo. El ganadero del rebaño, Pepe Bayod, se muestra convencido de esta hipótesis, porque el lobo "mata en el cuello" y porque "no hay otras mordeduras en otras partes del cuerpo, que es lo que dejan los perros silvestres", . Los cadáveres de dos de las reses han sido enviados al Centro de Recuperación de Fauna Silvestre de La Alfranca para llevar a cabo las correspondientes necropsias, arrojando esta tarde que el ataque de Torralba es "compatible con perros".

"Ayer me fui a casa a las 22.30, dejé el rebaño con el pastor eléctrico y hoy a las 7.45 ya me he encontrado el primer cuerpo entre la niebla", apuntaba el ganadero afectado. "Primero he dicho: 'está muerta'; pero hasta que no he visto el mordisco que llevaba el segundo cuerpo, oculto en la niebla, no me he dado cuenta de que era lobo", exclama, convencido. El rebaño salió en estampida de la finca ante la presencia del ataque, llevándose por delante el pastor eléctrico, que se ubica a escasos 200 metros de la carretera que conecta Tardienta con Torralba de Aragón. Según Bayod, cuando llegó a la finca "la sangre estaba fresca". "Se podría haber armado una gorda si las ovejas se hubieran quedado en la carretera y hubiera habido un accidente de tráfico", lamenta el ganadero.

Bayod cuenta con una explotación ganadera cercana a las 1.300 cabezas de ovino. Más allá de la pérdida de las tres ovejas que sufrieron el ataque, el torralbino denuncia que el estrés al que se ha sometido a las hembras cortará los ciclos de reproducción y causará abortos de los embriones, por lo que las pérdidas serán mayores de lo que reflejarán los informes.

El último ataque fue de perros silvestres

No es el primer ataque de estas características que se registra en el entorno de Torralba. En junio de este año, otro ganadero perdió nueve ovejas en un suceso sobre el que la necropsia acabó confirmando que el causante fue una jauría de perros silvestres. en las conclusiones de aquella autopsia, se informa de que la forma "en que fueron muertas las ovejas, con mordiscos de potencia moderada, reiterados, distribuidos a lo largo de ambos lados del cuello, mandíbulas, base del pabellón auricular y en la garganta, resultan compatibles con la acción de uno o varios perros ('Canis lupus familiaris'), de tamaño más bien grande".

Esta forma de actuar es muy diferente de la del lobo, que, a diferencia de la mayoría de los perros, "se caracteriza por el mordisco efectivo, únicamente muerde durante los ataques en localizaciones muy concretas, en las que al ser mordidas con fuerza y presión mantenida, causando severas laceraciones musculares a causa de tal presión, se produce la muerte o inmovilización completa de la presa, recoge el informe. Según las primeras pesquisas, el nuevo ataque en Torralba.