Llegó por fin el momento, una demanda histórica en Aragón está a punto de ejecutarse en el tramo aragonés del corredor Cantábrico-Mediterráneo. La electrificación de la línea de tren entre Zaragoza y Teruel, adjudicada el año pasado por 41,5 millones de euros, empezará a hacerse realidad «antes de Semana Santa».

Los trabajos previos están concretándose estas semanas con la contratista, la unión temporal de empresas formada por Cobra, Elecnor y Electren, y las máquinas llegarán durante el mes de marzo o principios de abril para empezar a instalar postes y luego tirar cable a lo largo de los casi 190 kilómetros que separan la Ronda Sur ferroviaria de la capital aragonesa y la estación turolense.

Tren laboratorio de Adif haciendo un recorrido de diagnóstico en la línea Zaragoza-Teruel ADIF

Un hito relevante en un año, este 2022 que será «importante» para la ejecución del plan director en la línea, aseguraron a este diario desde Adif, gestor de la infraestructura. Un impulso a una inversión en la que ya se ha movilizado «más de la mitad» de los 441 millones de euros que incluía el proyecto.

Operarios realizando los trabajos en horario nocturno, cuando ya no hay circulación en la línea. | ADIF

La ejecución de esa ansiada electrificación supondrá un salto cualitativo en la línea en la primavera del año 2024, ya que el plazo de ejecución marcado en el contrato es de dos años. Supone añadir máxima fiabilidad y altas prestaciones en una línea que, curiosamente, ya tiene autorizado circular a un máximo de 200 km/h pero solo los alcanzan los trenes laboratorio que el propio Adif pone en circulación de forma periódica para hacer un diagnóstico de la infraestructura. Esta misma semana uno de ellos hizo ese recorrido entre Zaragoza y Teruel, y alcanzó esa velocidad, pero nada que ver con la que logran los de viajeros, trenes diésel que quedan muy lejos de esa máximo.

Actuación en la línea de Teruel, a la altura de Cariñena. | ADIF

La electrificación supondrá precisamente que Renfe ya no tenga excusas para destinar a la línea de Teruel un vehículo eléctrico o híbrido que alcance esa velocidad máxima y aminore de forma notable un tiempo de trayecto que actualmente es de más de dos horas y media, casi como ir y volver a Madrid en AVE haciendo casi la mitad de kilómetros. Pues bien, este proyecto supone adaptar el recorrido a las altas prestaciones que ofrece la alta velocidad en España, con una línea alimentada a 25.000 voltios.

Su construcción, además, desde Adif aseguran que se ejecutará «compatibilizando las obras con el mantenimiento del tráfico de viajeros y mercancías», algo que ofrecerá, seguro, serias dificultades a lo largo de los próximos dos años. Por contra, el hándicap es que el tramo entre Teruel y Sagunto sigue en información pública y sin licitarse, por lo que la mejoría en 2024 será importante pero aún incompleta para el trayecto que realizan miles de aragoneses cada año.

La puesta en funcionamiento de los siete apartaderos de 750 metros de longitud en estaciones de la línea será este año y aunque no tienen fecha aún, sí se sabe que se abrirán todos a la vez y que las obras de todos ellos están ahora «muy avanzadas»

Pero 2022 será un año importante para la línea por más novedades que la electrificación y que también ayudarán a mejorar la explotación actual. La primera, la puesta en funcionamiento de los siete apartaderos de 750 metros de longitud en estaciones de la línea, que no tienen fecha aún pero sí se sabe que se abrirán todos a la vez y que las obras de todos ellos están ahora «muy avanzadas». La intervención más importante, en este sentido, es la que ahora se está realizando en la estación de Teruel, una actuación de envergadura que, además, supone un hito relevante en cuanto a seguridad, ya que con estos trabajos también se elimina «el único paso a nivel que quedaba en Aragón en esta línea», afirmaron las fuentes oficiales de Adif.

Próxima licitación: Más trenes con el bloqueo automático en vía única

Uno de los avances destacados a conseguir en la línea Zaragoza-Teruel-Sagunto se pretende licitar este mismo año y está relacionado con el llamado sistema de bloqueo automático en vía única, un sistema que dotará de más capacidad al eje ferroviario ya que salvará uno de los problemas actuales, que un tren no puede salir de una estación hasta la siguiente hasta que no haya llegado a ella el convoy que le precede. 

Esto permitirá garantizar una potencialidad de hasta 100 trenes semanales, que triplicaría el uso actual que se le da a la infraestructura. Aunque para ello se tendrán que adaptar los sistemas de gestión del tráfico en estaciones, en dos proyectos distintos, uno en el tramo Sagunto-Monreal del Campo y otro entre Monreal del Campo y Zaragoza (hasta la denominada bifurcación Teruel). 

También se tendrán que instalar nuevas balizas en todo el recorrido del sistema Asfa Digital para operar sobre la electrificación, que ya será de 25.000 voltios como las vías del AVE y se ampliará la red de fibra óptica en todo el eje entre Zaragoza, Teruel y Sagunto.  

Solo quedan «operaciones técnicas» para rematar esta infraestructura, como el perfilado o el bateo de nuevas vías y el montaje de algunos desvíos en la estación turolense, que se hará «entre finales de febrero y marzo» y ya está preparada la documentación para que la Agencia Estatal de Seguridad Ferroviaria valide los siete apartaderos. Por eso no hay fecha aún para su estreno, porque depende de esta autorización definitiva.

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En paralelo, se sigue con la redacción del apartadero de 750 metros de Cella, un añadido al plan director en el que se invertirán más de 55 millones de euros y que servirá para conectar la línea con la plataforma logística de Platea y acercar a sus empresas a un eje ferroviario de altas prestaciones en el futuro. Sin embargo, su estreno será posterior al de los otros siete entre Zaragoza y Valencia, que en el caso de Aragón se localizan en La Puebla de Valverde, Teruel, Ferreruela de Huerva y Cariñena. Cuatro de los siete. Los otros tres, están en la Comunidad Valenciana; en Barracas, Navajas y Estivella.

Por último, también este año se impulsará una actuación que es consecuencia de la electrificación como es la adaptación del gálibo de los 19 túneles y 85 pasos superiores que encuentra la línea entre Zaragoza y Teruel. Hay que ganar altura por esos 25.000 voltios y eso implica incrementarlo en todos ellos.