Los efectos de la huelga del transporte apenas se han dejado sentir en el sector lácteo aragonés. Su limitado peso (apenas hay 50 empresas en la comunidad) es la principal razón, si bien estos negocios y las cooperativas que se dedican a esta actividad sufren las consecuencias de la subida de precios hasta tal punto que algunas de ellas ya se han planteado echar el cierre.

Villacorona es uno de los negocios más reconocidos de la comunidad aragonesa. Esta compañía, ubicada en El Burgo de Ebro (Zaragoza), cuenta con dos explotaciones ganaderas en la provincia de Huesca, de donde recibe la materia prima con la que luego elabora leche, quesos frescos, cuajada, quesos curados y requesón, entre otros productos. Su propietario, José Barrau, reconoce que, por ahora, no acusa los problemas en la distribución pero subraya que ya afronta problemas a la hora de recibir algunos suministros como el plástico y el cartón para comercializar sus productos.

«Los materiales para envasar no nos están llegando y no podemos vender, pero la huelga del transporte todavía no la hemos notado, más allá de algún camión que ha quedado paralizado durante dos o tres horas en la zona de Levante», precisa Barrau, que reconoce que el sector atraviesa un momento «complicado».

La patronal del sector en toda España subrayó este jueves que la recogida de la leche en las granjas, el envasado, la transformación de productos lácteos y la distribución a los supermercados «corre peligro», por lo que llamó al diálogo y a la responsabilidad para encontrar una salida al conflicto. De no ser así, temen que la situación conduzca a una paralización de la actividad.

Barrau, más allá de las retenciones sufridas en algún polígono, considera que de momento no tiene problemas. Eso sí, Villacorona cuenta con 1.700 cabezas en la provincia de Huesca, lo que le da cierto margen de maniobra. No obstante, el propietario es claro: «Más vale que esta semana se arregle el conflicto con los transportistas porque de lo contrario la semana que viene es posible que tengamos que parar».

Los productos de esta empresa se comercializan en grandes superficies como Alcampo, Carrefour, Hipercor y Covirán, entre otras, algunas de las cuales ya notan los efectos del paro del transporte. Por todo ello, el sector lácteo reclama responsabilidad para «no paralizar la actividad ni provocar su colapso».

La patronal destaca que «la interrupción en la circulación de camiones está poniendo en peligro el suministro de piensos a las granjas, de embalajes y materiales a las plantas de producción y la salida de leche y otros productos lácteos terminados hacia los supermercados», señala la Organización Interprofesional Láctea (Inlac), que precisa que la leche es un alimento muy perecedero que necesita ser recogido y tratado diariamente, actividades que se están viendo seriamente afectadas».

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Un 2% más caro

En Villacorona, sin embargo, están más pendientes de la evolución de los costes de producción. «El mercado está roto», asegura Barrau, que apunta que se han visto obligados a «repercutir el precio del producto entre un 2 y un 4%, a pesar de que el cartón y el plástico se ha encarecido un 70%». Llueve sobre mojado, ya que el pasado año los ganaderos de vacuno cifraron en un 30% el alza del coste del cereal y la energía. El problema en el sector es que el precio de la leche se fija a principios de año, por lo que no hay margen de maniobra.