Aragón dice adiós a la fábrica de baterías para coches eléctricos impulsada por Volkswagen. La elegida finalmente es la Comunidad Valenciana, aunque la DGA había firmado un «acuerdo de intenciones» con la multinacional para instalar en Zuera este megaproyecto que generará más de 3.000 puestos de trabajo y supondrá la mayor inversión industrial en la historia de España.

La noticia fue confirmada ayer por el presidente de Seat, Wayne Griffiths, y el presidente del consejo de administración de Seat y responsable de Componentes de Volkswagen, Thomas Schmall. También ayer la compañía envió una carta al presidente de Aragón, Javier Lambán, explicando que «descartaban» la opción de Zuera para construir la gigafactoría y que, de este modo, quedaba finalizado el «Acuerdo de Intenciones» que firmaron el 14 de diciembre. La comunidad aragonesa, por tanto, pierde el pulso para hacerse con uno de los proyectos a los que más empeño había dedicado en el último año.

La carta enviada al presidente aragonés y a la que ha tenido acceso EL PERIÓDICO DE ARAGÓN deja constancia del preacuerdo firmado el pasado 14 de diciembre con Volkswagen y que justifica la relativa confianza con la que desde el Ejecutivo se hacían referencias al proceso para elegir la ubicación para la fábrica. «Por la presente les informamos que, finalmente, el Grupo Volkswagen ha decidido descartar la construcción de la factoría mencionada en Zuera; motivo por el cual, y de conformidad con lo previsto en el Acuerdo de Intenciones, nos vemos en la necesidad de dar por terminadas las conversaciones mantenidas y, por tanto, el Acuerdo de Intenciones», reza el texto de la carta, en la que también se refleja que «la decisión de la inversión (...) estaba condicionada».

La compañía envió una carta al presidente de Aragón, Javier Lambán Servicio Especial

Según señala la compañía, la inversión dependía de «la concesión de determinadas ayudas todavía pendientes de definir en estos momentos» y de «las decisiones correspondientes por parte de ciertos órganos relevantes del Grupo Volkswagen».

De nada han servido las intensas negociaciones mantenidas en el último año. Ni la situación estratégica de Aragón, con Zaragoza como epicentro de los grandes fabricantes del automóvil (Ford, Volkswagen, Stellantis, Seat, Mercedes…), ni la disponibilidad de suelo y su bajo coste, ni el importante capital humano especializado en el mundo del automóvil, ni la capacidad administrativa para agilizar los proyectos, ni la disponibilidad de energía y agua, ni un sólido y próspero ecosistema de proveedores y suministradores han sido suficientes. La gran apuesta de Aragón para blindar su futuro se esfumó.

El pacto Volkswagen-Ford

Aragón competía por ese sueño con Extremadura, Cataluña y la Comunidad Valenciana, pero ha sido esta última la que se ha llevado el gato al agua gracias al acuerdo estratégico sellado entre Volkswagen y Ford. Esa ha sido la clave, a pesar de que Griffiths aseguró que se ha tomado esta decisión atendiendo a la necesidad de llegar a un «equilibrio de país», ya que el Perte del automóvil eléctrico demanda la participación de varias autonomías.

La decepción fue ayer por partida doble. Tan solo unos minutos después de confirmarse la instalación de la gigafábrica en Sagunto, Stellantis daba a conocer su apoyo a los planes de crecimiento de Automotive Cells Company (ACC), que pretende transformar su actual planta del grupo en Termoli (Italia) en una instalación de baterías. Además, ultima el acuerdo para incluir a Mercedes-Benz como nuevo socio en igualdad de condiciones con TotalEnergies/Saft y Stellantis.

La noticia pilló a los principales responsables del Gobierno de Aragón de vuelta de los Emiratos Árabes Unidos, donde su presidente, Javier Lambán; la consejera de Economía y Empleo, Marta Gastón; y la consejera de Presidencia, Mayte Pérez, habían viajado a la expo de Dubái para captar inversiones logísticas y fondos para relanzar el aeropuerto de Zaragoza. Por tanto, fue el vicepresidente y consejero de Industria, Arturo Aliaga, el que primero reaccionó a la noticia.

«Es una decisión meramente empresarial y no nos vamos a desmoralizar. Nos hubiera gustado que la primera fábrica llegara a Aragón, pero con una fábrica de baterías en España no es suficiente. Seguiremos trabajando por Aragón como un centro logístico y técnico de referencia en España», subrayó. «Disponemos de suelo industrial, de infraestructuras eléctricas, de energía renovable, de mano de obra y de cultura industrial. No nos vamos a desmoralizar, la vida sigue, y vamos a seguir peleando», incidió Aliaga, que afirmó que ya hay «contactos» para atraer una fábrica de «componentes de automoción».

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El contrapunto positivo está en que el Gobierno de Aragón ya tiene otras empresas interesadas en instalarse en la plataforma logística de Zuera; alguna de ellas es aragonesa.

Con esta situación, aunque desde el PP habían apoyado en esta pugna al Ejecutivo autonómico, ayer pidió explicaciones. Jorge Azcón calificó la decisión como «injusta» y la portavoz popular en las Cortes, Mar Vaquero, señaló directamente a Lambán: «Es el Gobierno del anuncio y del fracaso. Los grandes proyectos estratégicos no pueden estar en manos del señor Lambán», denunció.